Revista La Flamenca: 23/4/2013
El escritor ha recibido este galardón en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares de la mano de los Príncipes de Asturias y en compañía de sus familiares y allegados.
José Manuel Caballero Bonald es escritor, poeta, novelista y flamencólogo. Ha vivido siempre entre corrientes y le ha movido siempre la pasión. Ahora le otorgan el máximo galardón de las letras hispanas: Premio Cervantes 2012.
Nació hace más de ochenta años en Jerez, y las letras siempre han sido sus grandes aliadas. En los años cincuenta comienza su andadura profesional y personal junto a poetas como Gil de Biedma, Blas de Otero o Gabriel García Márquez, a quien conoció en Bogotá.
Se ha alimentado de su vida para escribir, de sus ideas, de las reacciones que provocaban sus palabras en los demás, se vivencias y experiencias que lo han convertido en un gran sabio y conocedor de las letras hispanas por su trabajo tanto en América como en España.
Apasionado del flamenco, entre sus novelas, ensayos, antologías y memorias guarda un gran rincón dedicado a este arte. Nos ha dejado obras como "El cante andaluz", "El baile andaluz", "Luces y sombras del flamenco" o "Anteo". En toda su obra muestra una sensibilidad y un compromiso con esta cultura.
Más de una decena de premios avalan su carrera literaria, larga y llena de vida; pero le faltaba este "nobel", el Premio Cervantes, que lo acuna con su última obra "Entreguerras".
Conoció a grandes artistas flamencos y mantuvo amistad con muchos de ellos, le cegaba con cierta locura el quejío hondo y roto. Ha sido un gran transmisor de la cultura flamenco-andaluza, mediante conferencias, libros, producciones de discos, letras de temas y un sin fin de trabajo sacrificado que hoy se le devuelve con este reconocimiento, que aunque no sea un premio meramente flamenco, lleva parte de él.
José Manuel Caballero Bonald nos deja además de sus letras, de sus palabras, de sus libros y de sus premios, una gran obra como el Archivo de Cante Flamenco donde fue grabando cantes escondidos y llenos de esencia, que después se refleja de forma visual con Velázquez Gaztelu en Rito y Geografía del Cante. Ambas obras sostienen uno de los pilares didácticos mas importantes del flamenco.
El jerezano siempre ha dado su máximo por el flamenco, y hoy estamos de enhorabuena por él. Personas como él revalorizaron este arte, lo sacaron de los callejones y lo pusieron poco a poco donde debía de estar y se merece. Gracias y felicidades, maestro.