Roberto D´Armiento. Jerez de la frontera. Palacio de Villavicencio 8/3/2012 19:00 H.
Foto: Javier Fergo
Antonio Rey cerró la programación de ‘Los conciertos de Palacio’ y lo hizo saliendo por la puerta grande. El guitarrista Madrileño nos deslumbró durante una hora con un altísimo nivel en lo instrumental, lo musical y lo flamenco. Dijo que estaba algo nervioso por lo que impone actuar en Jerez, no obstante, su maestría y su dominio de la sonanta pueden con toda situación y anoche disfrutamos de un concierto magistral. Empezó por granaína, y enseguida apreciamos que la depuradísima técnica de su mano derecha, la impresionante pulsación y el malabarismo de su mano izquierda están al servicio de la música con mayúsculas. Antonio busca constantemente un recorrido melódico con el que identificarse y con el que pueda emocionar el público. Sutil y refinado, a la vez que contundente y cabal.
Por taranta jugó con las disonancias explorando todo el mástil sin perder el norte minero. Sin chaqueta y más relajado tocó una pieza dedicada a su hija Alma, presente en la sala, y su emoción se trasladó al público gracias a un fragmento musical lleno de dulzura y serenidad, probablemente, el momento más emotivo de la tarde.
Cambió el tercio, se subieron al escenario sus compañeros de viaje y sonaron alegrías en LA en las que Antonio nos demostró su dominio del compás y de los contratiempos y de paso, soltó unos picados de vértigo. Su hermana Mara Rey cantó una nana de enorme belleza antes de que Antonio se metiera en el papel del tocaor de acompañamiento; para ello eligió la colaboración de Mateo Soleá que cantó por seguiriya y cabal. Ya en la recta final, Antonio tocó una composición más jazzera en la que aprovechó la segunda guitarra de Dani Jurado para improvisar y picar a mansalva; una rumba de exportación cerró un concierto extraordinario en el que solo faltó un anhelado bis.
Ficha artística.
Guitarra: Antonio Rey. Segunda guitarra: Dani Jurado. Cante Mara Rey. Palmas: Álex. Percusión: Isidro Suárez.