Si alguien tenía alguna duda de que el vestido de flamenca es un traje regional que crea tendencia y marca moda, en esta jornada se ha dejado patente. Desde las propuestas más tradicionales hasta aquellas que mezclan cultura, ya sea mejicana o latina, pasando por el regreso al siglo pasado o viajando por nuestra Andalucía.
Web revista La Flamenca R. De la Villa 4/2/2017 Fotos: Chema Soler
En la jornada de tarde de este pasado sábado, la pasarela de profesionales del XXIIIº Salón Internacional de la Moda Flamenca abría a las 16 horas para acoger el desfile de Sara Benítez y su colección “Raíces”. Unas propuestas que se presentaban en Fibes a ritmo de mariachis. La mejor forma de anunciar los patrones de marcada esencia mejicana de esta cordobesa de Palma del Río para el 2017. Así es la flamenca de Sara de Benítez, llena de colorido, alegría, fusionando nuestra cultura con la del otro lado del charco, y dando vida tanto a trajes, como faldas o pantalones,… Con “Raíces” ha cumplido además su décimo aniversario en esta pasarela flamenca.
Y de México regresamos a la España de primeros del siglo XX de la mano de Carmen Latorre y su propuesta para este año “Polichinela”. Colección inspirada en el cuplé y en artistas como Raquel Meyer, Argentinita, Sara Montiel,… época en la que lo burlesco, lo pícaro, la sensualidad o la provocación convivían junto a la inocencia y la fuerza interior. Y así, bajo este prisma, es como Carmen da vida a sus diseños con trajes que marcan silueta, con vuelos a partir de las caderas para primar la comodidad, atreviéndose con alguna que otra gran apertura. Destacando además, la presencia de la bata de cola con cuyas propuestas cerró pasarela haciéndonos disfrutar de un auténtico espectáculo de baile que dieron vida las artistas Rosa Belmonte, Cristina Gallego y Rocío Alcaide, bailaoras de la Compañía de Cristina Hoyos.
Tras ella, llegó el turno de Carmen Vega, una gaditana afincada en Ayamonte (Huelva). Y es a esta última provincia a quien dedica “El corazón de la tierra”. Diseños con mucha fuerza y energía, apostando por lo colores tradicionales como son el negro, el rojo o el blanco, y con alguna presencia de tonalidades rosas y malvas. Estampados, lunares, encajes, transparencias,… dan vida a “El corazón en la tierra” sin olvidar las propuestas para el Rocío, con las que sube los talles para dar vida a faldas de muchos pequeños volantes.
Y si Carmen Vega nos enseña Huelva, Loli Vera nos lleva de viaje por todas las provincias andaluzas con su colección “Andalucía”. En Granada nos adentramos con estampados que simulan a los azulejos de la Alhambra, con detalles moriscos que trasladan a la época del sultanado de Granada. Almería con tonos tierras de sus desiertos de tabernas y con trajes de dos piezas. La mezquita de Córdoba se imprime en las telas que representan a la mujer sultana, primando el color rojo y con el inevitable atuendo del sombrero cordobés como complemento. Jaén llega de la mano de patrones en tonos verdes, oro, burdeos,… en consonancia con sus aceituneros y el oro líquido de esta tierra. Los galones, las chaquetas militares y los aires marineros nos trasladan hasta Cádiz, para por el mar desembocar en Huelva, con trajes para el Rocío de alegres colores y estampados. Y por último,… Sevilla, con su tradicional flamenca del traje de lunares, la de las flores bordadas y los flecos.
A las 20 horas regresaba de nuevo la firma Sonibel, la misma que abría esta jornada, pero esta vez para presentarnos “Querencia”. Una colección en la que se reflejaba la experiencia y profesionalidad que dan los 20 años que llevan diseñando para la mujer flamenca. Así, mediante una gran variedad de estampados, Sonibel ha fusionado flamenco y latino, arte y sensualidad, en patrones que siguen manteniendo su identidad de las espaldas descubiertas, transparentes y sugerentes. Gran presencia de volantes asimétricos, combinando grandes y pequeños de capa. Las mangas largas ganan la partida y los colores van desde los rosas, nude, burdeos, amarillos, fucsia, negros, ocres, y algún que otro toque dorado.
Tras la segunda pasarela de Sonibel, la tradición tomaba de nuevo Fibes de la mano de Molina Moda quien comenzaba su desfile con propuestas para novias flamencas. Con un auténtico espectáculo presento su colección para este 2017 con diseños que recuperan la esencia de lo antiguo, revisando y recuperando la sencillez, la ligereza y comodidad del traje de flamenca, sin prescindir de la elegancia. Diseños que iban desde el estampado, hasta los lunares pasando por lisos y con el mantoncillo como complemento imprescindible para la flamenca.
Y la encargada de cerrar la pasarela del sábado 4 de febrero en SIMOF fue Pilar Rubio con su colección “Una mirada al firmamento”. Como si estuviéramos haciendo un recorrido por la copla y el flamenco, este arte va recalando en sus diseños, caso ejemplo, ese pequeño guiño a Camarón de la Isla, por cierto, muy recordado en esta edición de SIMOF, encajando en uno de sus diseños, unos apliques dorados simulando al famoso tatuaje de la luna y la estrella que llevaba el maestro cañailla en su mano.
Pilar va abriendo los cuerpos ceñidos, y en los lunares va evolucionando de pequeños a grandes. Cobra relevancia los escotes y lanza propuestas, tanto para pasear por el Real de la Feria, como para disfrutar de romerías y el Rocío.
Estas son las vivencias que el Salón Internacional de la Moda Flamenca nos dejaron el sábado por la tarde, en su penúltima jornada, de una edición, que está transcurriendo en un enclave diferente, Nuevo Fibes, y con una programación cargada de novedades, que parecer ser está siendo más que aceptadas por los visitantes. Ahora a seguir impregnándonos de la moda del sur en el último día de SIMOF 2017.