La tarde del domingo nos aguardaba diferentes pasarelas donde la interculturalidad de la moda flamenca junto al arraigo del sur se hizo latente.
Web revista La Flamenca R. De la Villa Fotos: Chema Soler 6/2/2017
La segunda parte de la última jornada de la XXIIIº edición del Salón Internacional de la Moda Flamenca continuaba con sus pasarelas de profesionales. Esta vez, en el Nuevo Fibes, la pasarela de las 15 horas comenzaba con las propuestas de la empresa granadina Hita y Arcos que lleva 10 años dedicándose a los diseños de la moda del sur, junto a la firma de complementos Loletesdebú.
Diseños con esencia del “Mediterráneo” que a través de su colorido nos trasladaba a nuestro mar con los patrones aguas marina, verdes agua, o azulina; a los patios y sus flores con los estampados primaverales; y a las estampas que nos regala el atardecer del mediterráneo con los rojos y granates, sin obviar los tonos tierra y dorados. Respetando el ADN del traje de flamenca, las propuestas de esta colección realzan la figura de la mujer con aberturas inferiores.
El testigo en la pasarela lo tomaron Miriam Galvín y Ernesto Sillero. La joven diseñadora gaditana nos presentaba “Remolino”. Y como un auténtico torbellino irrumpieron sus diseños en este desfile. Mezcla de colores, tejidos, estampados, lunares,… con cortes clásicos, destacando el vuelo de las faldas, llevando la elegancia femenina por bandera y la pura gitana antigua en su esencia.
Por su parte, Ernesto Sillero, ganador del Certamen de Diseñadores Nobeles del 2015, siendo esta su segunda pasarela como profesional en SIMOF, nos presentaba “South”. Diseños inspirados en el sur, sobre todo en la provincia de Cádiz, como esos trajes blancos que irrumpieron en la pasarela deslumbrando por su belleza, tal y como embelesan esos característicos pueblos blancos gaditanos que deben su nombre a las casas de paredes encaladas. Sin olvidar las playas desde Conil a Bolonia extrapolando a sus diseños la luz del verano, la alegría del día y la magia de la noche gaditana. Todo ello dando como resultado unos patrones ceñidos al talle, resaltando los volúmenes en los bajos y combinando las mangas al puño con los volantes.
Tras ello, llegó a la pasarela “Pensamientos” de las Hermanas Serrano. Patronajes que recurren a los tejidos hindú para dar vida e impregnar de interculturalidad a la moda flamenca. De este modo la mujer de las Hermanas Serrano paseará este año por el Real con diseños en bordados de organdí, y tela salvaje bajo las tonalidades del rojo, negro, camel o fucsia, destacando por los grandes volantes plisados.
A media tarde, disfrutamos de las propuestas Inma Castrejón e Inés de la Fuente con sus modelos para 2017. Con Castrejón y su colección “Flamingo” nos trasladamos hasta el pasaje natura del Coto de Doñana, para llevarnos a su vegetación, a sus exuberantes aves de las marismas en especial los flamencos alzando el vuelo. Un paisaje que da vida a unos trajes en los que predominan los colores rojo, negro, blanco coral y fucsia, y que se hilan en patrones que van desde los volúmenes extremos hasta las caídas más delicadas.
Por su parte, la jiennense Inés de la Fuente nos presentó “Nacer”, con la que nos lleva un muestrario de toda su trayectoria profesional. Del sabor añejo de la flamenca antigua, a la mujer actual, combinando tejidos y usando la tonalidad de los claros a los oscuros para marcar las etapas de su vida. Diferentes tipos de escotes, mangas, espaldas,… incluyendo algún toque de purpurina y sin olvidar la impresión digital de tejidos, pionera en este tema y que le permiten hacer telajes con estampaciones únicas.
A las 19.30 horas, SIMOF 2017 recibía en su pasarela dos nuevas colecciones, la de la firma parisina Atelier 109 París con “El diablo ya no viste de Prada” y “Alice in Wonderland” del cordobés Fernando Tamaral.
Como no podría ser de otra forma, Alexandra Gastaut, la primera parisina en pisar la pasarela de SIMOF, quiso rendir honores a su tierra, a la ciudad del la luz, la del amor,… Y para ello, se basó en la distribución por distritos de París. 20 distritos con 20 estilos de vida y personalidad diferente. De este modo, en “El diablo ya no viste de Prada” se viste de flamenca a cada parisina en consonancia con su distrito pero con acento sevillano. Propuestas en las que, de forma inevitable, la esencia de la moda y el estilo francés estaba impregnado en sus formas, apostando por el “oversize” donde se combinaba estrechez con anchura arriba o abajo y con un toque de moda urbana.
Con Francisco Tamaral llegó la magia y ese toque de locura que emana del mundo de fantasía de Alicia en el país de las maravillas. Diversidad de colores, formas, texturas, bordados, formas barrocas,… con patrones donde los talles se bajan al límite y las mangas son abullonadas. En definitiva una mujer flamenca femenina y sensual, a la vez que alegre.
En la recta final de la XXIIIº edición del Salón Internacional de la Moda Flamenca llegó el turno para los diseños de Leticia Lorenzo y Ángela Campos. La onubense, Leticia, nos presentó “Margarita”, homenajeando a Margaretha Geertruida Zelle, conocida como Mata Hari, en el centenario de su muerte. Un recorrido por la vida de esta mujer como imagen de la feminidad y sensualidad subiendo a la pasarela trajes de talle bajo con diversidad de corte, nejas, canasteros, godets, capa,… y donde no faltó el toque hindú con el lunar flamenco en algunas estampaciones propias.
“Ángela” es la colección de la sevillana Campos, en la que intenta buscarse a sí misma a través del traje de flamenca, mezclando realidad y fantasía. Transparencias, grandes volúmenes, pedrería, apliques de fantasías en relieves,… y como colores la base del blanco y toques de rojo, negros, salmón, dorado, estampados étnicos,… Presentando también propuestas para las novias más flamencas.
Y a las 21.30 horas SIMOF 2017 vivía la última pasarela de esta edición con Carmen Romero, diseñadora de Alcalá de Guadaira que presentaba “Como una ola”. Y así es como irrumpió Carmen en la pasarela, con la fuerza del mar, llenando de color, alegría y vitalidad el cierre de este Salón de la Moda Flamenca, pero sin prescindir de la delicadeza y elegancia de los tejidos que forman “Como una ola”. Encajes, plumetis, brocados,… daban vida y forma a esta colección que destacaba por el torbellino de volantes en sus faldas y las transparencias en cuerpo.
Y ya sí, así se ponía punto y final a la XXIIIº edición del Salón Internacional de la Moda Flamenca. Una muestra que como gran novedad cambiaba de emplazamiento ubicándose en el Nuevo Fibes. Durante sus cuatro días de duración ha sido visitada por más de 65 mil personas, ha contado con 32 pasarelas profesionales, 46 diseñadores/firmas y más de 1.400 vestidos de flamenca en pasarela. A ello hay que añadir los más de 80 stands, y el nuevo espacio de SIMOF Ego que ha acogido tanto desfiles como exposiciones y presentaciones. La moda flamenca sigue creando tendencia y en SIMOF hemos sido, un año más, testigo de ello, llevándote día a día desde WEB REVISTA LA FLAMENCA toda la actualidad de sus pasarelas.