La primera noche, todo comenzó viajando hasta Cádiz con el arte de la Chirigota de las Niñas, con un tipo de chinas cantaron con todo el arte una versión oriental de las habaneras de Cádiz originales de Antonio Burgos. Posteriormente Ana López recitó un romancero carnavalero haciendo el papel de la cuñada, esa típica que todos tenemos...
Continuó Miguel Ángel Cortés, que tocó la granaína que da título a su segundo disco, acompañado por Dani de Morón. El artista se despidió con unas bulerías muy personales. El siguiente en salir Pitingo, con estética de estrella pop y guitarra de Camborio (ex Ketama). Comenzaron por soleá, siguieron por granaína soul (lo de Pitingo es personalidad), paseo por tangos y soulería en la que el artista onubense hizo lo que le dio la gana con arte. Se despidieron por fandangos poniendo al público en pie.
Tras el descanso llegó Arcángel, que estuvo bastante morentiano. Tangos, caña, seguiriya... de todo como casi nadie lo hace o lo ha hecho, inmenso. En las alegrías, sublime. Se echaba de menos que algunos compañeros de profesión hubieran acudido a ver esta maravilla. Las buenas guitarras de Miguel Ángel Cortés y Dani de Morón acompañaban al cantaor. La noche terminó con una bailaora personal y eléctrica, Fuensanta La Moneta, que destacó por seguiriyas. En definitiva, una gran noche de flamenco para la primera jornada de la séptima edición del esperado festival Flamenco pa tós.
Gerardo Núñez comenzó la segunda jornada con "Yerma". En segundo lugar interpretaron una solea por bulería con momentos que viajaban del minimalismo a vertiginosas intensidades. Para finalizar una rondeña de la que avisó que acabaría "como Dios quiera". Y quiso que empezara con toda la flamencura del mundo, continuara con un juego humorístico protagonizado junto a Cepillo y Pablo Martín, y finalizara enlazando con "La Habana a oscuras". Gran ovación del público.
Argentina, joven cantaora onubense, llegó al escenario con toda la ilusión del mundo. Acompañada a la guitarra por "Bolita", comenzaron con fandangos, para continuar por tangos, guajira, seguiriya y la bulería "El árbol". A Argentina se le ve futuro y ganas. Tras el descanso llegó Sara Baras. Con madera y tablas, la artista cañailla bailó martinete y jaleos provocando gran cantidad de ovaciones entre el público. Debido al clamor del respetable, Sara y sus músicos volvieron a escena para hacer una bulería en la que la artista sacó de entre el público a su hermana para bailar a dúo con ella.
Morente & Riqueni, así se titula el nuevo invento que se le ha ocurrido al genio granadino en compañía del actual rey de la sonanta trianera. Con él abrieron la tercera jornada. Ya saben, Enrique es imprevisible a la par que impresionante, y la conjunción astralmente flamenca que había programado Juan Verdú convertía a la noche como ámplia candidata a ser un reseñable episodio en la historia del arte, como finalmente terminó sucediendo... Hubo un instante en el que el soniquete se situaba en el siglo XXII con la esencia situada en el mito de El Planeta, el protoflamenco con el tempo doblado. Por minutos se paseó entre versos de Machado, formas de Silverio cabalmente huérfanas de seguiriya previa pero con bandolera percusión, o la seguiriya bulerizada. Y que grande es Riqueni con una guitarra en sus manos...
Gerardo Núñez comenzó la segunda jornada con "Yerma". En segundo lugar interpretaron una solea por bulería con momentos que viajaban del minimalismo a vertiginosas intensidades. Para finalizar una rondeña de la que avisó que acabaría "como Dios quiera". Y quiso que empezara con toda la flamencura del mundo, continuara con un juego humorístico protagonizado junto a Cepillo y Pablo Martín, y finalizara enlazando con "La Habana a oscuras". Gran ovación del público.
Argentina, joven cantaora onubense, llegó al escenario con toda la ilusión del mundo. Acompañada a la guitarra por "Bolita", comenzaron con fandangos, para continuar por tangos, guajira, seguiriya y la bulería "El árbol". A Argentina se le ve futuro y ganas. Tras el descanso llegó Sara Baras. Con madera y tablas, la artista cañailla bailó martinete y jaleos provocando gran cantidad de ovaciones entre el público. Debido al clamor del respetable, Sara y sus músicos volvieron a escena para hacer una bulería en la que la artista sacó de entre el público a su hermana para bailar a dúo con ella.
Morente & Riqueni, así se titula el nuevo invento que se le ha ocurrido al genio granadino en compañía del actual rey de la sonanta trianera. Con él abrieron la tercera jornada. Ya saben, Enrique es imprevisible a la par que impresionante, y la conjunción astralmente flamenca que había programado Juan Verdú convertía a la noche como ámplia candidata a ser un reseñable episodio en la historia del arte, como finalmente terminó sucediendo... Hubo un instante en el que el soniquete se situaba en el siglo XXII con la esencia situada en el mito de El Planeta, el protoflamenco con el tempo doblado. Por minutos se paseó entre versos de Machado, formas de Silverio cabalmente huérfanas de seguiriya previa pero con bandolera percusión, o la seguiriya bulerizada. Y que grande es Riqueni con una guitarra en sus manos...
Paseo por las cantiñas de la bahía, con el vaporcito parando en El Puerto para visitar a los versos de Alberti. Tras las alegrías, llegó el momento de la soleá. No existen palabras en el diccionario para poder explicar como fue el aire en el instante de la interpretación soleaera de Juaniquí, añadiendo en su justa medida condimentos melódicos y tonales por parte del granadino. Aplausos, ovaciones, alguna que otra exclamación...
Y el momento culminante, el máximo, llegó con la seguiriya. Cómo sería la entrada que hizo Riqueni que con solo un par de rasgueos exclamó un óle el auditorio entero. Enrique rememoró su participación en la película "Flamenco" de Saura, que si en aquella ocasión el toque fue bastante bueno por parte de Cañizares, el guitarrista trianero optó por estructurar el asunto a través de juegos de gran carga lírica en cuanto a su armonía. Dos gigantes en el escenario creando una seguiriya que el que aquí les escribe no olvidará en el resto de su vida. Al finalizar este cante, el público en pie gritaba, aplaudía, ovacionaba como pocas veces ocurre flamencamente en un recinto escénico.
Regresaron los artistas para hacer una ronda de tonás. Más ovaciones, más aplausos, y Enrique que decide acordarse de La Paquera de Jerez. Bandolero cogió un raro instrumento llamado batacajón para tocarle con mucho arte, Riqueni volvió a dar lustre entre prima y bordón como él y muy pocos más saben hacerlo, y se formó la fiesta por bulería. Había razones para celebrar algo, por supuesto, y se trataba del hecho de que Riqueni sigue estando entre los grandes de la guitarra mientras la conceptualización morentina sigue habitando en su mundo, tan próximo como inalcanzable.
La última noche del festival comenzó con la guitarra del maestro Serranito, quien tocó por soleá, taranta y alegrías acompañado de la percusión de Víctor Monje hijo y el piano de Moisés Sánchez. Posteriormente llegó el cante de Carmen Linares, elegante como siempre en sus formas. Comenzó la cantaora por cantiñas, para continuar por soleá y seguir con tangos granadinos. Para cerrar su actuación, un antológico repaso a las bulerías...
Tras el descanso tuvo lugar la actuación de Merche Esmeralda, que comenzó moviendo el mantón al arte de la seguiriya. La bailaora se ausentó del escenario dando paso al cante de Charo Manzano y Guadiana por extremeños tangos, regresando posteriormente para bailar por soleá. De este modo terminaría una edición más de uno de los festivales flamencos más esperados en el calendario anual, que además viene acompañado por buenas causas.
Texto: Jacinto González Gallardo