Estrella, Soleá y José Enrique Morente. ¡Arranco la Bienal!
Web revista La Flamenca Jaime Trancoso Sevilla /Teatro de la Maestranza/ 13/9/2014 Fotos: Antonio Acedo
Mucha expectación en el coso sevillano del Teatro de la Maestranza para ver arrancar esta XVIII edición de la Bienal que quiso homenajear en su gala inaugural al tristemente desaparecido Enrique Morente. Los sentimientos a flor de piel tras proyectar al Maestro, estando presentes los tres hijos del cantaor y contando con la buena intención de la organización ofreciéndonos el mejor cartel posible con artistas de varias generaciones y estilos.
Precisamente el artista que mejor supo recordar a Morente fue el pequeño de la saga, José Enrique, con los tangos A la hora de mi muerte, encarnando el soniquete del nuevo flamenco festero. Carmen Linares con su tímbrica tan característica y acompañada de la musicalidad de Pablo Suárez hizo de contrapunto en una primera parte en la que Israel Galván hizo un solo en el que se cantaba-jadeaba a sí mismo en un derroche de creatividad, pero quien terminara llevándose el público en el bolsillo fue el Pele.
Estaba clara la intención de poner de relieve la trayectoria creadora de Morente, cuyo carácter renovador estaba representado por el Proyecto Lorca (que cuenta con el nuevo flamente Filón Minero 2014, Antonio Moreno Sáenz), mientras que la música de nuestra semana santa andaluza trasvasada con matiz flamenco, a medio camino entre Granada y Sevilla, hacía las labores de hilo conductor o eje transversal mediante el tema Amargura.
La segunda parte nos trasladó a las nuevas sonoridades que escuchara el maestro en Nueva York, especialmente con Yo Poeta Decadente en una versión con mucho feeling de Arcángel. Igualmente, el baile de Javier Latorre sirvió de contrapunto al baile de Israel. El momento cumbre fue la fuerza, la ira y la expresividad de la seguiriya de Estrella Morente con el baile de Galván, que se sentó para dejar a Estrella ser la protagonista en un bonito detalle de admiración y elegancia.
El uso del escenario en toda su profundidad y la creación de varios espacios formaba una imagen similar a un “huerto de monitores”, todo un despliegue de amplificación de sonido (tanto la iluminación como el sonido estuvieron muy acertados). Sin embargo, o se pasan o no llegan. Dicen que la intención es lo que cuenta pero en el escuálido e improvisado homenaje a Paco de Lucía en la plaza de San Francisco la noche previa a la inauguración no se escuchaba absolutamente nada por falta de amplificación. Pareciera inconcebible que tras 34 años de historia no se hayan dado cuenta que las guitarras hay que amplificarlas cuando se trata de un concierto al aire libre (y más cuando ni siquiera se cortó el tráfico). A ciencia cierta, esperemos que la exposición que ya puede visitarse en el Dormitorio Bajo del Espacio Santa Clara o el simposio sobre Paco de Lucía en FIBES resulten más atractivos para la afición.
La gala inaugural dejó destellos y momentos inolvidables, pero también hubo una parte negativa. Lo peor, sin lugar a dudas, fue la dirección del espectáculo. Se demostró una vez más las pocas luces que tienen los directores artísticos cuando un administrador o gestor les da un cheque en blanco permitiéndoles rienda suelta a su creatividad sin ningún tipo de control, a pesar de toda la experiencia que tengan, ¿En qué cabeza cabe que la primera parte del espectáculo dure 60 minutos y que tras un descanso de 20 minutos la segunda parte dure más de dos horas? Ni al alcalde ni técnico de cultura más palurdo de aquellos festivales de verano de la Andalucía profunda se les ocurriría tal aberración: resultó cómico ver cómo los politicos e incluso los críticos de flamenco salían despaboridos abandonando sus butacas. De tal manera que el gracejo sevillano salió a relucir cuando la pobre de Silvia Pérez Cruz, con su bellísima voz, tuvo que salir a cantar un tema de más de veinte minutos cuando llevábamos más de dos horas y media de espectáculo.
El Pele y Arcángel fueron de los más aclamados y el que de veras debió salir con la moral muy alta debió ser Alfredo Lagos, quizás el artista más destacado de toda la noche, aunque los que resultarían más felices serían los miembros de la empresa privada Macandé, ya que si no fuera por el motivo tan especial de la fecha esta la producción hubiera podido llegar a costar unos 100.000 euros.
El ritual haciendo un círculo cantando por martinete que tantos éxitos le dio a Enrique Morente puso de relieve que el Maestro es y será por siempre irrepetible. Sea como fuere, nos quedan por delante 24 días de flamenco en la ciudad, con un total de 67 espectáculos y 75 funciones previstos en la programación oficial de la Bienal hasta el próximo 5 de octubre: ¡todo un lujo para los amantes de este arte!.
Ficha artistica:
Espectáculo:
Enrique Morente: Granada, Sevilla, Mueva York../
Teatro de la Maestranza / día 12/9/2014
Cante: Estrella, Soleá y José Enrique Morente, Francisco José Arcángel Ramos “Arcangel”, Manuel Moreno “El Pele”, Carmen Linares Juan José Amador, Tomás de Perrate y Silvia Pèrez Cruz.
Guitarras: Alfredo Lagos, Dani de Morón, Raúl Fernandez-Refree y Rubén Campos.
Baile: Javier Latorre y Israel Galván
Guitarra eléctrica: Andrés Herrera “El Pájaro
Percusión: Miguel Rodriguez Fernández y Antonio Moreno
Piano: Pablo Suarez y Daniel B. Marente
Saxofon: Juan M. Jimenez
Contrabajo: Marco Serrato