
Compañía: Arrieritos. Intérpretes: Montse Cortés, Antonia Jiménez, Patricia Torrero, Elena Santonja, Tacha González, Patricia Ruz, Lourdes Más, Pepa Molina, Esperanza de la Vega, Ana Romero, Mamen Godoy, Claudia Faci, Sonia González. Dirección y creación musical: Héctor González. Escenografía: Ana Garay. Coreografía: Cía. Arrieritos. Guión: Florencio Campo, David Picazo. Dirección: Florencio Campo . Lugar y fecha: Círculo de Bellas Artes, Madrid, 19 de noviembre de 2005.
"13 rosas"
Sábado 19 de noviembre, 19:45. Entre Sol y Cibeles, los carrilles de bajada de la calle Alcalá estaban cortados por la clásica manifestación del 20-N en memoria de Franco. Muy cerca, en el Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes, la Compañía Arrieritos representaba "13 Rosas", un homenaje a aquellas trece mujeres fusiladas por la represión franquista tras la Guerra Civil.
"Tened en cuenta que no muero por criminal ni ladrona, sino por una idea", advirtió Dionisia Manzanero. "Que mi nombre no se borre en la historia", fue la última frase que escribió Julia Conesa, una modista de 19 años. Ambas estaban en aquel grupo de las Trece Rosas.
Con una gran sobriedad, Arrieritos plantea una sucesión de escenas en las que se pueden palpar sin paliativos sensaciones como la incertidumbre, el miedo, la soledad o la angustia. El trabajo de la Compañía es muy directo y se basa en un guión y una puesta en escena cercanos al teatro contemporáneo, un diseño musical perfectamente encajado y un trabajo coreográfico intenso, sincero, nada artificial, que es capaz de combinar estilos diversos en aras de la progresión dramática.
"13 rosas" es una propuesta de danza, pero también es algo más. También comparte códigos teatrales en los que la interpretación es un elemento fundamental. El texto incluido no es el componente principal, pero sí resulta tan importante como el movimiento de los cuerpos, los gestos, la iluminación o la música, y contribuye a potenciar todavía más la fuerza de las sensaciones trabajadas en la escena.
El espíritu de la mujer impregna toda la obra, y no sólo porque sus protagonistas tengan esa condición, sino porque el drama está contado desde lo más profundo del alma femenina: la entereza, la ternura, la esperanza, la tristeza, la muerte... Todo está relatado desde lo más hondo del sentir femenino, desde lo más profundo del corazón de mujer.
Quienes añoraban a Franco junto a la fuente de las Cibeles lo hacían ejerciendo el derecho a su legítima libertad ideológica. A pocos metros, en el Círculo de Bellas Artes, la compañía Arrieritos recordaba a "las trece rosas rojas" que murieron fusiladas el 5 de agosto de 1939 en el cementerio madrileño del Este, el mismo lugar donde la represión franquista asesinó entre 1939 y 1944 a casi 3000 republicanos que pensaban de forma diferente. Estas paradojas surgen cuando se combinan conceptos como libertad, pensamiento y memoria.
Texto: Manuel Moraga