El sevillano aporta su aura de estrella a un espectáculo dirigido por Pepe Motos con producción del Taller de Músics que incorpora jóvenes músicos y bailaores del Institut del Teatre.
Revista La Flamenca. Xavier Grau. 25/10/2021 Fotos: Judit Rodríguez
Un sentido homenaje al mar, a su cultura y a su capacidad de generar vida. Un reflejo blanquísimo al Mediterráneo y un guiño a la canción del mismo nombre de Joan Manuel Serrat aparecida allá por 1971, cuando Antonio Canales tenía unos diez añitos...
Y también una obra creada a partir de una idea del bailaor sevillano, abierta con un Poema al Mar de Sam Pérez. Todo puesto en solfa bajo la dirección artística, producción musical y arreglos de Pepe Motos, entre otras muchas cosas introductor del cajón en la nueva hornada del flamenco en Catalunya; hijo de José Motos, guitarrista primo hermano de Rafael Farina, y de Mila de Vargas, bailaora distinguida con el Premio Nacional de baile del Festival Flamenco de Córdoba. Tan comprometido ha estado estos meses en el proyecto que cuentan que, incluso llegó a pintar en blanco todas la paredes de su estudio de trabajo para encarrilar mejor toda su inspiración creativa para esta apuesta.
El espectáculo, trabajado desde antes del verano, se ha presentado en el marco del festival Ciutat Flamenco 2021, en el acogedor pero tal vez algo limitado espacio de la Sala Apolo de Barcelona, con producción de David Leiva y François Soumah.
Junto a Canales, el bailaor de Sabadell Nacho Blanco, que arrasó a todo el público con la fuerza de su baile por seguiriyas haciendo alarde de facultades y la bailaora Susana Escoda, catalana también, que por alegrías encandiló a toda la sala ya muy entusiasmada con un espectáculo que se abrió con la versión de “Mediterráneo” de Serrat como pieza principal de las músicas previstas a cargo de El Viejín, El Tuto y el propio Motos.
Estaba claro que el público a quien deseaba ver y a quien aclamó de buenas a primeras fue a Antonio Canales. De entrada y sin nada a cambio, la asistencia se volcó en aplausos hacia Canales quien ofició de veterana estrella de la noche. Muy sabio en el escenario y con curtido trato con el público. Y pareció que la entregadísima reacción de la platea le contagió entusiasmo y confianza en el disfrute de la gala.
Canales se administró recreando su archifamosa soleá y bailando por tangos. Se movió a su aire por el escenario y destiló gestos y maneras personales cubriendo con su manto de estrella a los músicos y a los jóvenes artistas protagonistas también de esta producción del Taller de Músics.
Ahí estuvieron los alumnos del sexto curso del Conservatori Professional de Dansa de l’Institut del Teatre: Yaiza Campaniles, Guillermo Castillo, Adrián Gómez, Cristina González, Paula Lages, María Martínez y Tania Navas en unas coreografías de Belén Cabanes con estilismos de Gemma Malé.
Al cante y a las palmas, toda la sabiduría y la explosión de emociones de veteranos con Motos al frente secundado por Miguel de la Tolea y Joaquín Gómez “El Duende”, brillantísimos de principio a fin.
A todos ellos arropó una formación de jovencísimos músicos que aportaron todo su talento a este espectáculo en definitiva fresco y natural resuelto con mucha profesionalidad para llegar fácilmente al público.
Tocaron Fran León (flauta), Clàudia Madhurima Segarra (violón), Miranda Fernández (piano), Agustín Espín (piano eléctrico), Lucas Balbo y Álvaro López Casero (percusión) y Justo Fernández “El Tuto” (guitarra flamenca).