Web revista La Flamenca. Esther Gómez. Huelva / Peña Flamenca de Huelva 6/05/2013
El Tato, Andrés Fernández y Antonio Dovao trío de ases con maestría, ilusión y pasión por el cante y el toque
El quejío de una toná, la suave cadencia de una milonga, disfrutar de un buen cante y un buen toque, con aficionados que saben apreciarlo y que quieren aprender más, una buena noche y un gran espectáculo.
Cómo se originó una colombiana, quienes fueron los primeros en cantar la guajira o la milonga: muchas de estas explicaciones, pero incluidas la música y el cante de cada palo, van en las sesiones del V Circuito Flamenco 'Por la ruta del fandango, homenaje a los cantes de ida y vuelta'. Un circuito que se inauguró este pasado viernes, día 3, en la Peña Flamenca de Huelva y que va a continuar por las 26 peñas de la provincia onubense. La fuerza de una seguiriya, de dónde vienen y porqué o cómo han llegado a nuestros días estos y otros cantes, es lo que se intenta explicar y hacer llegar a todos, sobre todo a las nuevas generaciones.
La primera cita ya puso el listón muy alto, con las voces de Andrés Fernández, Rafael Becerra Lima 'El Tato' y la guitarra de Antonio Dovao. Un recital por todo lo alto que compaginó la fuerza y veteranía de el Tato con la juventud de Andrés, que con tan sólo 19 años demostró que queda cantaor para rato y que todavía tendrá que decir mucho en este mundo.
La guitarra, espectacular como siempre Antonio Dovao, con un toque fino, acompasado, genial para los cantaores dando a cada uno su merecido tiempo, superándose el tocaor en cada pieza.
La noche fue buena, de flamenco puro y maestría junto a garra de juventud, de talento y buenos oyentes en un bonito marco por el que han pasado los mejores y han dejado su huella después de más de 40 años.
Manuel López, presidente de la Federación onubense, fue el encargado de poner la palabra en este recital, explicando cada palo, dando notas curiosas y otras ya sabidas. La toná, cante a capela de tonos mineros que fue muy bien defendido por el joven onubense, Andrés Fernández. El garrotí, "un cante que vino de Asturias, pasó por Cataluña y Faíco lo adaptó al baile". Así fue desgranando López los cantes, mientras que tanto el veterano como el joven deleitaban al respetable interpretando cada palo. Milonga de Argentina, llegada desde los tiempos de 'Pepa de oro' según explicó López, y que Andrés interpretó de una manera sublime con la letra de Lorca.
Pasamos después a una seguiriyas del Tato, " de las de Manuel Torres y Curro Mairena, para más explicación.
La soleá, con toda su fuerza. Las alegrías, "en las que el tirito tran fue introducido por Ignacio Espeleta para meterse con Pericón de Cádiz porque una vez no se supo arrancar con la letra" todo ello con las someras explicaciones, pero justas y agradecidas de López y el cante de estos dos grandes onubenses. El toque por supuesto de Dovao los engrandeció como él sabe hacerlo.
Dovao es un guitarrista que sabe perfectamente adaptarse a los cantaores, además de interpretar de manera magistral cualquier pieza que se proponga. Pero además como nota curiosa, nos hemos enterado que por si faltara poco, últimamente hace sus propias guitarras y le están saliendo más que bien.
La noche, cómo no, finalizó con fandangos de Huelva, desde Santa Bárbara a Alosno, de Rengel a Toronjo. Los grandes, los de la tierra, homenaje merecido como el nombre del circuito indica y que ahora seguirá su ruta por otras peñas. Una gran oportunidad fue de escuchar buen cante, buen toque y saber un poquito más de flamenco que buena falta hace.
El circuito está organizado un año más por la Federación Onubense de Peñas Flamencas El Fandango y patrocinado por la Diputación Provincial. Esta ha sido la primera noche, pero vendrán muchas más que se prolongarán en las 26 peñas casi hasta final de este año, con el parón de agosto.
El presidente de la Peña Flamenca de Huelva, Eduardo Hernández Garrocho lo supo sintetizar, "hay que hacer llegar el flamenco a las nuevas generaciones porque para amar algo, primero hay que conocerlo ".