La cantaora catalana ofreció en el Teatro Lope de Vega el mejor recital de cante de la Bienal de Flamenco.
Revista la Flamenca. Luis Pérez. Sevilla. 30/9/2022
Tenías que haber visto sus caras. Las de la gente. Salían del Teatro Lope de Vega de dos en dos, de cuatro en cuatro. Pletóricos, orgullosos de haber sido testigos de una velada que quedará grabada para siempre en su memoria y en los anales del flamenco. Tampoco se le borrará el recuerdo a Mayte Martín, te lo aseguro. Dicen que fue la ovación más atronadora que se ha escuchado a este lado del cante. Al otro lado, ya sabemos que no hay nada.
Como cuando te sientas a la mesa de ese restaurante favorito para el que has estado meses esperando que llegue la fecha de tu reserva. Has pasado muchas duquelas este mes de septiembre, puedes decirlo en voz alta. Vuelves a lucir fantástica, con esas perlas y esa pañoleta de lunares. Agarrada del brazo de tu ilusión, levantas los ojos hacia esos palcos neobarrocos y encaminas tus pasos tras el maître hacia la mesa del soñado festín. Hoy tenemos menú degustación.
Esta noche no falla nada. Sonido impecable, luces perfectas. Los mejores músicos acompañan a la gran figura del cante femenino actual. Trae a tres guitarristas que valdrían para surtir de flamenco a tres bienales consecutivas. Lo decía mi abuela: una joya única ha de lucir engarzada en oro bueno. Oído cocina. Y así quedó todo preparado para el éxito. Hasta la lluvia atronadora, que ha limpiado por fin el aire de la persistente calima estival, ha cesado en el exterior del teatro. Con los primeros versos de los campanilleros de la Niña de la Puebla y las dos peteneras, la mestiza que llama Mayte, por sus ecos sefardíes, y la corta de Medina el Viejo, quedan abiertos los poros del personal para lo que Dios quiera.
Una exquisita zambra de Carmen Amaya, la de La Tana, a compás de tangos ocupa su puesto en la fuente de loza fina. La guitarra de Paco Cruzado viene desde Huelva a aportar la nota de clasicismo y sonoridad, y marida a la perfección con el toque joven y dinámico del madrileño Ángel Flores. Ahora vienen los platos caros del menú. Cambio de guitarras, sale José Gálvez. Porque ahora voy a hacer unos cantes un poquito más clásicos. El jerezano cosechó tantas ovaciones como la cantaora, y contribuyó en alto grado al feliz desenlace del acto. Tras un recorrido fascinante por levante, vinieron los tartares de malagueñas, rondeñas y fandangos de tierra adentro. Una brisa tenue acompañó a Manuel Torre hasta los brazos de la Peñaranda, para pellizcar los paladares de la mano de Cayetano Muriel, Jacinto Almadén y Frasquito Yerbabuena.
Si antes te anunciaba que la lluvia había limpiado el aire de Sevilla, ahora te digo que esa música, tan arrebatadora y sencillamente flamenca, actuó como desinfectante y, a modo de acto purificador, reparando la dignidad y la historia del Teatro Lope de Vega, que fue mancillado unos días antes por espectáculos que no tenían otra razón de ser que ensuciar la memoria del coliseo de la Exposición Universal de 1929. Solo así podíamos acoger una seguiriya de categoría extra. Lágrimas ahumadas por el rasgueo imponente de Gálvez, que arrasaron el compás de amalgama con el Reniego trianero del señó Antonio Cagancho, entre dos seguiriyas grandes del otro señó, el jerezano Manuel Molina, para rematar la receta con el cambio de Curro Dulce. Está tronando ahí fuera. No, es la ovación clamorosa, que se te mete en el pecho y ya no oyes otra cosa. El pase de los guisos caseros tenía reservadas unas bulerías exquisitas sin palmeros, un ayeo de Pastora Pavón, recuerdos de Manolo Caracol, la mala memoria de Antonio Machín en tempura de Utrera, el cariñosísimo recuerdo al pare santo del maestro Rancapino y el celebrado Romance de María de las Mercedes.
Cambio de cubiertos, y de guitarras, volviendo Ángel Flores y Paco Cruzado, que abren otra fase más ligera tras las lindas cantiñas de Pastora Pavón. Un clásico en los recitales de Mayte, la Milonga del Solitario del gran Atahualpa Yupanqui. Si la Niña de los Peines lo hubiera conocido, estoy segura de que se habría quedado enamorada. Tras presentar a su grupo, qué pocas veces se ha visto eso en esta Bienal, Mayte alcanzó el cenit de la belleza con unas sevillanas de Manuel Pareja Obregón, orgullo de la cercana Triana, que en boca de la catalana más flamenca quedaron para siempre dispuestas para mecer la cuna de los futuros sevillanos.
Ficha artística:
Espectáculo: Flamenco Íntimo
Ciclo: XXII Bienal de Flamenco
Lugar y fecha: Teatro Lope de Vega, Sevilla. 29/9/2022
Cante: Mayte Martín
Guitarras: José Gálvez, Paco Cruzado y Ángel Flores
Percusión: David Domínguez
Contrabajo: Miguel Ángel Cordero