Web revista La Flamenca. Rubén Gutiérrez. Auditorio Maestro Padilla /Almería/ 4/10/2013
Cuando un artista sube a un escenario con las localidades agotadas tiene gran parte del trabajo hecho. Con dejarse llevar hubiese resuelto la papeleta, el público en cuanto pisó el proscenio ya estaba entregado, pero fue Miguel Poveda el que se entregó al respetable. Comenzó la velada con una puesta en escena atípica en él. Un piano y un teclado, una silla para un guitarrista con su reposapiés, y un micrófono en un pie alto. Con la elegancia que le caracteriza, inmaculado con su traje y corbata, salió el badalonés a las tablas del Maestro Padilla para interpretar unos temas inéditos en sus galas hasta la fecha, con la belleza de la lírica de Federico García Lorca, Miguel Hernández y Ángel González. Y es que Miguel desveló que le gustaba ese formato “Íntimo” junto a Jesús Guerrero y J.A. Amargós para disfrutar de la música y la poesía. No obstante dejó bien claro que su base es ser cantaor y que en breve entraría en los caminos de lo jondo.
Dicho y hecho, tras unos primeros íntimos minutos abandonó el escenario para que Jesús Guerrero sacará de sus sonanta una rondeña profunda, como el tajo de dicha localidad. Armonías modernas para un estilo rancio, que pusieron de relieve por qué Poveda ha fichado a este joven guitarrista sevillano. Llamó la atención que apareciera un Miguel más distendido, sin americana ni corbata, solamente con el chaleco, cuando se puso a cantiñear, y nunca mejor dicho porque principió por alegrías, gaditanas como La Perla. Del mismo modo puso de manifiesto que es un gran dominador del melisma cantando por malagueñas que remató por abandolaos. Y de Málaga a Triana, para interpretar unos tientos coronados por unos picantes tangos del Manuel Fernández “Titi”.
A partir de ahí se abrió la gramola flamenca, el público empezó a pedirle diversos estilos, ante lo cual Miguel accedió primeramente a entonar los cantes de la tierra, el Taranto de Pedro el Morato fue el elegido. Siguió por guajira, reconociendo que hacía mucho que no la cantaba en un directo, continuó por soleares, de Alcalá principalmente y nos sorprendió concluyendo esta parte jonda con la recreación del “Todo es de color” de Lole y Manuel por bulerías.
Cuando llevaba más de hora y media en el escenario, Miguel abandona el mismo regresando Joan Albert Amargós para interpretar una de sus creaciones musicales solo. A través de la misma demuestra porque es el músico más solicitado como arreglista en los ambientes flamencos. Desaparece la silla de enea de las tablas, y nuevamente Poveda con el traje al completo, de pie y con micro en mano continua con su show. Momentos antes dijo que se iba a hartar de cantar, porque no tenía prisa alguna y cumplió su promesa. Como hemos dicho el público estaba totalmente embelesado, y para aquellos menos flamencos Miguel encendió la radio de su madre.
Llegó la parte más coplera que tanto le gusta también al badalonés, incluso se atrevió a cantar un bolero, y tras las Aurora, Rocío y Carmen Amaya, nuevamente vuelve a sorprender con un guiño al gran maestro Enrique Morente, del que confesó sentirse gran admirador. Ni más ni menos que reunió en un mismo sitio a Lorca, Cohen, Morente y el mismo con la personal interpretación que hizo de “La aurora de Nueva York”. Parecía que tras dos horas y media no había para más, pero tras la gran ovación todavía quedaba tiempo para los bises. Primero por fandangos, dedicados a dos señoras que le entregaron sendos ramos de rosas blancas, y luego un remix de sus grandes hits. “Alfileres de Colores” y “Tres Puñales”. No se podía pedir más, una gran velada musical que incluso tuvo su pellizco en la cual quiso contentar a todos los públicos, pero que a nuestro juicio este espectáculo puede confundir a los más aficionados al arte jondo.
Ficha artística:
Espectáculo “Íntimo”
Cante: MIGUEL POVEDA
Guitarra: JESÚS GUERRERO
Piano: JOAN ALBERT AMARGÓS