Fallece a los 61 años el músico y maestro primer acompañante de Miguel Poveda y al que Mayte Martín define como “un compañero y amigo fiel, generoso y noble””
Revista La Flamenca. Xavier Grau. Barcelona. 22/11/2022
“Julián era un ser humano muy especial, con firmes principios, lleno de virtudes maravillosas que le hacían grande con guitarra o sin ella. Por eso tuve en él, además de un maravilloso guitarrista sabio, empático y entregado, un compañero y un amigo fiel, generoso y noble”. Así se expresa para Revista La Flamenca la cantaora Mayte Martín a las pocas horas de conocer la muerte del reconocido guitarrista Julián Navarro Morales “El Califa”.
El fallecimiento del artista a los 61 años y tras una enfermedad sorprendió este lunes a amigos y compañeros de profesión. Navarro nació en Puente Genil pero residió desde su primer año de vida en Catalunya, donde se consagró como guitarrista acompañando a los más grandes del Flamenco.
Teléfono en mano y whatsap en ristre, la noticia de la muerte del músico corrió como la pólvora entre los aficionados y los expertos de Catalunya como Luís Cabrera, fundador de Taller de Músics y muy próximo al guitarrista al que fichó muy pronto como profesor pionero en su centro.
“La trayectoria artística de Julián Navarro tuvo mucho recorrido”, apunta Cabrera, “Se desarrolló y se proyectó desde Catalunya”, recuerda. Y añade el reconocimiento que le brindaron “las peñas flamencas del área metropolitana, los tablaos barceloneses y sus años junto a Mayte Martín realizando giras por España y diversos países europeos”. Para el recuerdo queda, según Cabrera, ese cuarteto que completaban las bailaoras Candela Navarrete y Susana Medina con Navarro al toque y Mayte Martín al cante.
En un generoso apunte de urgencia, la respetada cantaora barcelonesa recuerda del guitarrista desaparecido que “amaba este arte como pocos, sabía de cante y me encantaba coger su guitarra y escucharle cantar”. Destaca Martín que “tenía un alma limpia y elegante sin dobleces; puse mi cante y mi cariño en sus manos el tiempo que tuve la suerte de tenerle a mi lado, y nunca en mi vida olvidaré ese espacio tan cálido y amable donde siempre me sentí querida y protegida por él. Gracias, Julián… por siempre en mi corazón”.
En la misma línea se ha pronunciado reiteradamente otro gran referente del Flamenco desde Catalunya como es Miquel Poveda. El cantaor de Badalona, al que Navarro acompañó en su primer disco y sus primeros años de carrera, le define como el “guitarrista necesario” para todos los artistas flamencos afincados y nacidos en Catalunya”.
Luís Cabrera pone en valor el reconocimiento artístico de Julián Navarro ya desde sus inicios en peñas flamencas como las de Fosforito y José Menese de Cornellà de Llobregat o la de Antonio Mairena de l’Hospitalet de Llobregat. Igual triunfó en los tablaos de la Ciudad Condal como el Cordobés o Los Tarantos como en Torres Bermejas de Madrid.
Su carrera llevó a El Califa a trabajar en los principales escenarios de todo el mundo y, según Cabrera, “para un mayor reconocimiento popular a artistas como él haría falta no perder la memoria histórica y permanecer atentos a lo acontecido en Catalunya relacionado con el arte flamenco”. Una carrera, la del guitarrista desaparecido, a reivindicar y de la cuál pueden pronunciarse otros grandes flamencos catalanes en una lista interminable: de Chicuelo, Pedro Sierra y Salva de María a Javier Gavara, Losé Luis Montón, David Leiva, Rafael Cañizares pasando por Ginesa Ortega, Duquende, Chiqui de la línea, Rosa la Trolea, La Tani, Juan de la Vara, Pepe Motos, Marelu o Carmen Copas.