Título: “El reino de la soleá” - Baile: Eduardo Serrano “El Güito”, La Popi, La Truco, María Martín, Rafael Peral, Nino De los Reyes - Cante: Juañares, José Jiménez - Guitarra: Felipe Maya, Leo Maya - Lugar: Centro Cultural El Monte.
El baile por soleá
El Centro Cultural El Monte puso fin a una temporada más de los “Jueves Flamencos” con la presencia de Eduardo Serrano “El Güito”, uno de los supervivientes de aquella edad dorada del baile que nos regalara Matilde Coral, Antonio Gades, Pilar López o Farruco.
El tiempo no afecta al baile de “El Güito”, su arte sigue maravillando por todos los escenarios por donde pisa, impregnando de elegancia y pureza el baile más tradicional en todo su esplendor. Para qué cambiar, si lo que se nos oferta es bueno. A estas alturas no merece la pena. Simplemente, viendo a este maestro del baile cómo se desplaza por todo el escenario es una maravilla para el buen aficionado. Uno no se cansa de verlo, y eso que sus espectáculos no presentan diferencias notables. Simplemente un buen cante y un buen toque son los ingredientes necesarios para que este maestro del baile deleite al público con su baile. “El Güito” siempre se ha mostrado un tanto reacio a incorporar otros elementos accesorios a su baile. La pena está en que el cante no estuvo a la altura de las circunstancias. Un maestro se merece más.
El baile por soleá por bulerías de toda la compañía fue el preámbulo de la aparición del maestro. Lo hizo con la farruca. Con elegancia, con parsimonia. Y es que ver cómo lo interpreta, el sentido que le da, es un auténtico lujo. Así entiende él su arte. Templa, matiza, coloca en unos centímetros, sobre el terreno. Peral y De los Reyes se unen al maestro en una subida muy conseguida. Es que el maestro tiene pies para rato.
Las bailaoras tiñeron de color unos tarantos rematados por tangos. Momentos de protagonismo para La Truco. El maestro deja su sitio.
Peral y De los Reyes se arrancan por alegrías. Es el momento de explayarse, de demostrar lo que llevan dentro. Ganas no les faltaron. Ambos bailaores dejaron latente la excesiva depuración técnica que hoy invade el baile. Peral templaba un poco más la faena, le gusta bailar por derecho con la garra que caracteriza a la juventud. De los Reyes se mostraba más nervioso, más impulsivo. Si bien, dejaron un buen sabor de boca.
El maestro vuelve a escena con La Truco, un paso a dos por seguiriya. Está concentrado, metido en su papel. Clava la mirada, está concentrado.
Llegó el momento esperado, por soleá. Ver cómo interpreta este caballero del baile de forma magistral este palo flamenco es una auténtica delicia. Con sutileza, galanería. Faena de torero.
Como colofón, fin de fiesta en el que se pudo disfrutar viendo a “El Güito” cantando y bailando por bulerías. Ahí queda eso.