El cantaor cordobés dejó un buen sabor de boca en los Viernes Jondos de Mairena del Alcor.
Web Revista La Flamenca. Luis M. Pérez. Mairena del Alcor. 30/1/2018. Fotos: Carmelo Camino Camino
Hasta la bandera y me quedo corto. Así estaba la segunda planta de la emblemática Casa del Arte Flamenco “Antonio Mairena”, la peña flamenca que el maestro de los Alcores inaugurara en 1971 en su localidad natal. Se quedó pequeño el salón y decenas de aficionados y artistas se tuvieron que conformar con apretarse los costados en las escaleras que lo comunican con el primer piso, reservado al ambigú.
Desde hace tres años el Ayuntamiento de Mairena del Alcor y la Casa del Arte organizan un ciclo denominado “Viernes Jondos”, en el que únicamente participan artistas que hayan ganado el Concurso Nacional de Cante Jondo Antonio Mairena. En esta ocasión es el Rubio de Pruna, vencedor en 2014, acompañado a la guitarra por Raúl El Perla.
Antonio Flores Cortés no nació en Pruna, sino en Córdoba en 1983, justo el año en que murió Antonio Mairena. Desde que era un chiquillo se forjó como cantaor en las mejores compañías de baile, desde Manuela Carrasco a la familia Farruco. Algo vería en él el gran Paco de Lucía para elegirlo en 2012 como su cantaor, que le acompañaría hasta su final en 2014.
El Rubio empezó bien, muy bien, con unos martinetes recién recogidos de la huerta del Tío Molina y de la calle en Triana de la Inquisición, para declarar, qué bien dice los cantes, cómo silabea las frases, aquello de que él quisiera descender del moro y morito haber nacido. Siguió roneando por tonás hasta llegar a la de los pajarillos y ahí tensó la garganta hasta el infinito y más allá. Lástima, con lo bien que había empezado.
Le dio la vuelta a la bahía de Cádiz con un rosario de cantiñas bailables, desde las romeras a las de Rosa la Papera, pasando por Sanlúcar hasta Córdoba para ver a la hija de la Paula, que no es de mi rango. Muy bien de compás, pecando un poco de cante de atrás, aunque eso es inevitable en un cantaor que, habiendo sido reconocido ya por prensa y público como maestro, se resiste a bajarse de la tarima de los tablaos. Teta o sopa, no se puede tener todo.
Por soleá se templó dejando muy buen aroma en la casa de Mairena, lo mejor de la noche. Antonio no solo sabe cantar, sino que sabe de cante, eso es innegable, porque es muy buen aficionado. Soleá de Alcalá bien mecida, dos cantes de la Andonda y La Roezna, siempre mirando a Antonio Mairena.
Volvió a mirar a Antonio y la enorme cabeza de Antonio, la que preside el escenario lo miraba a él. No me falles en la seguiriya, parecía decirle. Y no le falló. Aunque a algunos nos parece un error empeñarse en poner la cejilla de la guitarra al siete por medio. Más que nada porque, de lo contrario, no podremos disfrutar muchos años de su voz, que es aterciopelada y gitana en los bajos y en los medios, pero que se vuelve chillona cuando se desvive por demostrar sus enormes facultades.
Y derrochó buenas maneras por bulerías, no en vano se llevó un primer premio por esa modalidad en el Concurso de las Minas de 2011. Ahí sí que le ayuda su experiencia del cante de atrás, pues no necesita cajón ni palmeros para crear una fiesta. Con la guitarra de su fiel acompañante, El Perla, que levantó ovaciones en varios momentos de la actuación, cantó por bulerías para rabiar, moviéndose con comodidad desde los registros de Juanito Villar y Camarón hasta los cuplés de Concha Piquer y los cantes de Lole y Manuel. Lo cual fue un bálsamo de alivio para los heridos corazones, y también los oídos, de los presentes.
Ficha artística:
Ciclo de los Viernes Jondos de Mairena del Alcor.
Lugar y fecha: Casa del Arte Flamenco Antonio Mairena. Mairena del Alcor 26/1/2018
Cante: Antonio Flores Cortés Rubio de Pruna.
Guitarra: Raúl el Perla.