María Pagés repite éxitos y fórmulas.
Revista La Flamenca. Jaime Trancoso. 7/3/2023
La lengua del imperio y los anglicismos están en todas partes y, cómo no, también llegan al flamenco. “The Game” es un espectáculo de 3 artistas, 3 escenarios, 3 mesas y 3 sillas, más la libertad de que el público se mueva por el espacio, sin sillas o butacas para el público. Este es el estado actual de este espectáculo, que se estrenó en Barcelona con butacas para el público y que distribuye con éxito una nueva agencia de Málaga, Califasón Producciones. Lo más atractivo para el respetable es que se pueden colocar tan cerca como quieran de los artistas, convirtiéndose en una actuación más activa que las tradicionales.
En la estructura o programa también estaba presente la tríada. La primera parte, donde el juego lo decide José Valencia y los demás artistas están a su merced, siguiéndole los pasos a sus cantes y quejíos. No deja de ser flamenco tradicional, donde lo más llamativo es que Jesús Carmona, tras bailar encima de una mesa donde toca Juan Requena, le va colocando las sillas a José Valencia para desplazarse de un escenario a otro.
La segunda la encara Juan Requena, pero todos tiene un solo. La tercera, donde el baile de Jesús Carmona finaliza con unas alegrías en la que se desvelan todos los secretos del juego de la improvisación. Interesante propuesta para festivales al aire libre o para espacios multidisciplinares que permitan quitar las butacas. Uno de los aspectos más interesantes es la complicidad entre los tres y cómo consiguen transmitir esa complicidad también al público, que puede decidir si participar o no en el juego más o menos activamente.
Las propuestas de María Pagés son mucho menos sorpresivas. Adquirió su madurez y estilo personal con su braceo hace décadas y desde entonces viene repitiendo, con gran éxito, la misma fórmula. Ella misma es el teocentrismo dentro de su compañía. A pesar de no tener nada que demostrar, con su flamante recién recibido Premio Princesa de Asturias de las Artes junto a Carmen Linares, y con su Centro Coreográfico en Fuenlabrada, no resulta generosa con su elenco y ella aparece en la práctica totalidad de los números.
El relato se divide en once escenas, compartiendo todo tipo de emociones. Sin embargo, no vimos a todo el elenco, por la disposición de los músicos fuera de escena, hasta el taranto o escena número nueve. La disposición de los músicos se presentaba fuera del suelo de baile, prácticamente incapacitaba la visibilidad de la segunda guitarra y del violín, restando atractivo al elenco. Lo más atractivo de este espectáculo, “De Scheherezade”, además de la coreografía, es quizás la iluminación de Olga García, el cante de Ana Ramón y Cristina Pedrosa, además de las ocho chicas del cuerpo de baile: Júlia Gimeno, Almudena Roca, Ariana López, Meritxell Rodríguez, Sofía Suárez, Marina Madiedo, Yardén Amir, Raquel Guillén Cante Ana Ramón Muñoz, Cristina Pedrosa Guitarra Rubén Levaniegos, Isaac Muñoz. Además, añade una sección de cuerda, con David Moñiz al violín y Sergio Ménem al chelo, y percusión, con Txema Uriarte a la batería.
Le damos al Festival de Jerez una vez más la enhorabuena, esta vez por su exitosa venta de entradas. A falta de datos oficiales, ¡los teatros deben rondar el 95% de ocupación durante todo el certamen!