Revista La Flamenca: nº 28 /año 2008 Febrero Marzo/ Texto y Fotos: Carmen Pulpón y Julio Vega
La cantaora sanluqueña ha anunciado su vuelta a los ruedos flamencos, aunque podríamos decir que su eco nunca los había abandonado. Con su elegante pose y su estilo personal, cautivó a la afición de hace unas décadas, y ahora más que nunca, quiere seguir demostrando su valía como conocedora del cante. Un rato de charla en su localidad natal nos sirvió para saber un poco más de esta gran figura del artre jondo.
¿Cómo fueron tus inicios como artista?, sabemos de tu amplia carrera profesional...
Yo canto desde que nací más o menos, con siete años cantaba por soleá, por bulerías, por seguiriya... Lo he mamado desde chiquitita. Mi padre, Manolo Vargas, era un cantaor fabuloso aunque no fue artista. Siempre me estaba cantando y ha sido mi principal fuente de aprendizaje. En mi familia siempre ha habido una gran tradición cantaora, mi abuelo también cantaba....Estoy emparentada con los Frascola y Tomás el Nitri, la primera llave de oro del cante, era mi tío bisabuelo.
Me presenté a cantar en público con nueve años, le canté una saeta a la Virgen de los Dolores de aquí de mi pueblo y así fue como me dí a conocer. Formé un alboroto grande, una niña cantando saetas pues imagínate....Me escucharon y empezaron a llamarme para actuar en fiestas privadas. Luego me llevó Juan de la Plata a Jerez para participar en recitales de la Cátedra de Flamencología. Canté en el Teatro Villamarta de Jerez en el Homenaje a Manuel Torre y Javier Molina, compartiendo cartel con los más grandes que había en esa época: Antonio Mairena, Juan Talega, Fosforito, Chocolate, Terremoto... Ya luego me cogió Pulpón el representante y me llevó a todos los Festivales de España y de Andalucía. En Mairena del Alcor me dieron la Placa Trofeo Columbia, en Montilla también me dieron otro trofeo, tengo el Premio Nacional de Córdoba, el Taranto de Almería, el Premio Nacional de la Cátedra de Flamencología de Jerez, la Copa de la Bulería de Jerez, soy Dama Cabal de la Orden Jonda también de Jerez. Bueno, en Jerez, si te cuento de Jerez tengo muchísimos premios.
De hecho, la primera vez que te escuché en directo fue en la Cátedra de Flamencología... Con Jerez has tenido siempre una vinculación muy fuerte ¿no, María?
Sí, una vinculación muy fuerte, muy fuerte. Jerez me lanzó como artista, como profesional y ya trabajé mucho, en Sevilla... ¡En todos los Festivales estaba Mariquita Vargas, pues antes me decían Mariquita Vargas! Luego me dieron el "Cabal de Plata" del Círculo de Bellas Artes de Madrid, el Trofeo Tío Luís de la Juliana del Colegio Mayor, la Placa de Oro Trofeo Columbia. ¡Fíjate, me nombraban en aquella fecha catedrática del Cante Gitano y estaba yo empezando! ¡Tenía doce años cuando canté en el Villamarta! Se van a cumplir cincuenta años desde aquel debut.
"Estoy de acuerdo en que se innove, se avance pero sin perder la pureza"
Has trabajado también en importantes tablaos ¿verdad?
Pues he trabajado en Los Canasteros, Caracol me escuchó y me llamó para inaugurar el local. A partir de ahí ya me quedé en Madrid y he venido a Andalucía a hacer algunos festivales. Me casé y estuve más tiempo en Madrid que aquí en Andalucía. Después del fallecimiento de mi marido pues quiero volver a mi pueblo. Estoy recibiendo muchas muestras de cariño y reconocimiento por parte de mis paisanos y eso es para mí una satisfacción muy grande.
¿Qué factores influyeron en tu retirada, en esa etapa en que te alejaste un poco de los escenarios?
Dejé los escenarios primeramente porque me dediqué a cuidar de mis hijos, de mi familia, pero también un poco desilusionada porque los festivales empezaron a bajar y siempre contaban con los mismos, ¡era sota, caballo y rey, de ahí no salían! A las mujeres las iban apartando, bueno a las mujeres y a otros artistas...Me desilusioné un poquito y me aparté de los escenarios aunque no fue una retirada total. He salido al extranjero y siempre trabajo una temporada en el Café de Chinitas, nunca he dejado de cantar. Estoy preparando ahora un disco que me va a producir Paco Ortega en Madrid. Quiero que sea flamenco en estado puro, que exprese mi forma de sentir el cante. Algunas casas de discos te exigen hacer algo más comercial, pero eso no es lo mío. Le dije a Paco que quería grabar un disco, pero un disco donde sea yo. Grabar mis cantes, con letras mías dedicadas a mi marido y de otros grandes letristas. He escrito por seguiriyas, fandangos, soleá... cosas que estaba sintiendo en ese momento, y las estamos grabando con mucho cariño e ilusión.
María, ahora que has hablado de estilos, Sanlúcar tiene también tiene unos cantes autóctonos...
Yo en Sanlúcar he escuchado los cantes de fragua, mi abuelo cantaba por martinete, por seguiriya, por soleá, que quitaba el sentío, pero vamos, el cante genuino de nuestra tierra son las romeras. Yo las hago pero también canto por cantiñas y alegrías...Creo que todo el rincón de Cádiz tiene una riqueza tremenda de estilos, cada uno con un aire, con su cosilla, ¿no? Tengo también grabada la seguiriya que hacía mi padre, una seguiriya corta y arrancá. Me acuerdo que me decía Juan Talega que no dejara nunca de cantarla porque eso era nuestro, de mi familia. Ahora cuando canto por seguiriya se me viene esto a la memoria, me acuerdo y me encuentro cantando más a gusto que con ningún otro estilo. Me gusta todo porque lo siento, pero por seguiriya siento algo especial que me estremece. He cantado por seguiriya y he llorado yo misma, ¡de verdad! No sé si es que tengo más pena, me meto dentro cuando estoy cantando y no veo a nadie, ni luces, ni público ni nada, nada más que cante y lo que yo estoy sintiendo.
María, hemos visto un programa de la serie "Flamenco" que hacía Fernando Quiñones en el que apareces tú con Terremoto, Diamante Negro, Gálvez, Parrilla, Curro Jerez...¿Te sentías cómoda siendo la única mujer entre tantas figuras masculinas?
Sí, sí, la verdad es que sí. Cómoda y respetada por todos. Antes había mucho compañerismo. Yo veo ahora que no existe la convivencia que teníamos antes ni ese respeto por los artistas mayores. Nos ayudábamos unos a otros, hacíamos de palmeros para los compañeros, salíamos de trabajar, nos íbamos a comer algo y nos montábamos una fiesta para divertirnos, para escucharnos y aprender los unos de los otros y echar un ratito a gusto. Eso hoy no se ve.
En cuanto a los cantaores actuales ¿qué opinión tienes?
Mira, todo el que tenga arte y tenga su pellizco flamenco y no se salga por los Cerros de Úbeda, pues me gusta. Ahora, si se salen de aquí y hacen un cante por seguiriya que no se sabe que es realmente pues... Me gustaría que no se perdiera lo tradicional, lo clásico. Afortunadamente hay ahora mucha gente que está volviendo a las raíces. Estoy de acuerdo en que se innove, se avance pero sin perder la pureza. Porque el cante está hecho. La guitarra solista ha avanzado muchísimo pero también es muy difícil saber tocar para bailar y tocar bien para cantar.
¿Con qué guitarristas has trabajado?
Bueno, he grabado con los mejores guitarristas de antes y de ahora. Con Manolo y Juan Morao, he grabado con Paco de Lucía, con Cepero, con Manolo Sanlúcar, con los Habichuela. También me han tocado Curro de Jerez y Manolito de María -que es el que me ha acompañado en los últimos recitales-, Manolo Brenes que me acompañó en la Bienal, Manolo Domínguez...Con Pedrito Sierra grabé uno de los últimos discos que me produjo Alejandro Sanz. Ya te digo, me han tocado muchos y muy buenos guitarristas.
Y en cuanto a los públicos, ¿cómo ha evolucionado la afición?
Creo que hay muchísima gente interesándose por el flamenco y mucha juventud que quiere saber lo que es el flamenco. Por eso digo que habría que darles el flamenco como es, no engañar a la gente joven sino darle lo que es de verdad, nuestras raíces, lo que siempre hemos llevado en la sangre.
¿Cómo afrontas la vuelta?
La verdad es que tengo mucha ilusión. Me han animado mucho Pepe Oliva y la gente de mi pueblo. Estoy disfrutando ahora de un reconocimiento en Sanlúcar que antes, al vivir en Madrid, no pude disfrutar, me han otorgardo la Insignia de Oro de la ciudad. Eso me ha animado mucho. Estoy volcada en la grabación del disco, me encuentro muy bien de facultades y confío en que el público tenga oportunidad de apreciarlo. Es como si fuera a empezar ahora a cantar, ¿no? Tengo mucha ilusión y espero que este año tengamos trabajo y sea definitivo para mi carrera, para mi resurgimiento artístico y personal. Quiero que la gente joven de ahora sepa quién es María Vargas y pueda disfrutar de mi cante.