La artista primera intérprete de “Ay pena, penita, pena” que popularizó Lola Flores, se ha ido a las puertas del homenaje que se le preparaba en Sevilla.
Revista La Flamenca. R. De la Villa. 5/3/2024
Hace unos días anunciábamos el homenaje que Salomé Pavón Ortega preparaba a su madre, Luisa Ortega en Sevilla, lo que nada nos hacía presagiar que el desenlace final sería este.
En la tarde de ayer, 4 de marzo, saltaban las alarmas, pues el sobrino de esta importante tonadillera, Antonio Ortega, publicaba en redes sociales su fallecimiento.
Así, con un jondo mensaje hacía Luisa Ortega, de quien dice que “fue flamenca y gitana hasta los últimos suspiros”, nos hacía llegar la triste noticia de su fallecimiento. Aunque bien es cierto que Luisa, de 92 años, atravesaba por un bache de salud importante, pues a sus achaques debido a su edad, se le unía las complicaciones de la enfermedad del alzheimer, este desenlace, en los días previos a su homenaje benéfico en el Teatro Alameda de Sevilla nos cae como un jarro de agua fría.
Pero como dice su sobrino, quien asegura que “corren ríos de dolor y de pena para nuestra casa”, tanto su familia como los amantes del flamenco y la copla podemos decir con orgullo que Luisa Ortega se va dejándonos un gran legado interpretativo y discográfico, con sello de personalidad propio para nuestra historia.
La tonadillera Luisa Ortega, la hija más pequeña de Manolo Caracol, quien durante tantos años formara pareja artística con Lola Flores, ha sido una artista fundamentalmente de copla, perteneciente a una familia gitana de tanta raigambre flamenca que se remonta a “El Planeta”, primer cantaor históricamente conocido, y de la que la cumbre fue su padre.
Ortega, además, se casó con Arturo Pavón, hijo del cantaor Arturo Pavón Cruz, y sobrino de La Niña de los Peines y de Tomás Pavón, uniendo con duende, arte y compás a la casa de los Ortegas y los Pavón para siempre.
Su legado es bastante amplio, pues, en su género ha sido una indiscutible figura y por eso sigue siendo y será siempre una referencia imprescindible.
Giró por toda España y América con su padre, el gran Manolo Caracol, además de formar parte de esa “Suite Flamenca” de su marido Arturo Pavón, con la que recorrió todo el mundo. Además, en los años 50 fue la primera intérprete de “Ay pena, penita, pena” que popularizó años más tarde, Lola Flores.
Sin embargo, tras la muerte de su padre, Luisa Ortega fue abandonando poco a poco los escenarios y el mundo artístico, siendo una de sus últimas actuaciones en el programa “Las Coplas de Canal Sur” y en “Quédate con la Copla” de Antena 3. Posteriormente apareció con la discográfica Columbia el LP “Luisa Ortega y Manolo Caracol” recogiendo los mejores éxitos de ambos.
Luisa Ortega, nos deja una amplia discografía, además de sus asiduas colaboraciones en programas de televisión. Un sinfín de aportaciones a nuestra cultura que serán por siempre un recuerdo imprescindible e imborrable de toda una época.
Con su partida se va una de las voces más representativas y destacables de la copla. Su homenaje previsto en el Teatro Alameda de Sevilla para el 12 de marzo, según nos confirma su hija, Salomé Pavón, sigue en pie. Así, que ahora, aunque con su ausencia terrenal muy reciente, será una jornada muy emotiva y especial para devolverle en forma de cariño todo lo que ella nos dio en vida al flamenco, la copla, al arte y la cultura de nuestra tierra.
DEP, Luisa Ortega. Nuestro más sentido pésame a familiares y amigos de esta coplera.