Jerez llora la pérdida de uno de sus cantaores más preciados, de voz jonda y pura.
Revista La Flamenca. R. De la Villa 28/12/2023
El final del año del 2023 está tiñendo de negro luto el flamenco. Si hace una semana despedíamos a Pedro Peña, hoy damos el último adiós a otro gran eslabón de una familia gitana y flamenca como la de los Agujetas.
Este miércoles, a causa de una enfermedad fallecía, Antonio de los Santos Bermúdez, conocido artísticamente como Antonio Agujetas. Un duro golpe para el arte, el flamenco y para Jerez, su tierra, pues con su marcha se silencia un cante jondo puro, de negrura en el quejío.
En su árbol genealógico, el flamenco es cosa de cuna, pues fue hijo del famoso cantaor Manuel Agujetas, hermano de Dolores Agujetas, y nieto del Agujetas el Viejo. Una saga gitana de raza jonda, la casa de los Agujetas.
Desde muy pequeño se le distinguió como un niño prodigio, subiendo desde los ocho años a los escenarios, además de por su forma expresar el cante.
Su primer disco llegó a los 17 años, formando parte de esa mítica serie producida por el propio Manuel Agujetas, y en la que participan su padre y el Viejo Agujetas.
Aunque su vida no fue sencilla, más bien dura y con errores que no son dignos de mención en un día como hoy, también tuvo sus aciertos traducidos siempre en cante.
Desde hace unos años, padecía una enfermedad que le obligó a alejarse de los escenarios, apareciendo sólo en ocasiones contadas y especiales como en la Fiesta de la Bulería de Jerez, siendo su última aparición pública el pasado mes de octubre en la Peña Flamenca “La Zúa”.
Su voz gitana de Jerez, la de los sonios negros, junto a la pureza, raza y ortodoxia de sus cantes fueron las claves de su éxito, la cuál, a partir de hoy se hace eterna. Gracias por esa gran herencia musical que quedarán grabada para la historia de flamenco donde nunca se olvidarán tus seguiriyas, fandangos o martinetes.