Web revista La Flamenca R. de la Villa 26/8/2015
Adiós a las críticas de Ángel Álvarez Caballero, en la mañana de hoy nos hemos levantado con la triste noticia del fallecimiento de este periodista, crítico, investigador… apasionado del flamenco.
El arte jondo vuelve a ataviarse de luto. Aunque esta vez no despedimos a nadie relacionado con el cante, el baile o la guitarra, sí decimos adiós a una persona que sin ser artista sentía este arte como si lo fuera. Ángel Álvarez Caballero, periodista, investigador y crítico del flamenco.
Álvarez nació en Valladolid en 1928. En el mundo del arte jondo es muy conocido por sus trabajos de investigación y por ser uno de los pioneros en el género de la crítica, la mayoría de ellas publicada en el diario El País.
En su largo currículum flamenco también se puede apreciar su participación en cursos de verano en diversas universidades españolas; miembro de número de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera; conferenciante; jurado en cursos y certámenes de cante y baile; también posee el Premio Castillete de Oro de la Unión otorgado en 1991; ha trabajado para los sellos discográficos como EMI, Hispavox y Polygram; asesoró musicalmente la adaptación al cine de la obra de Federico García Lorca, “La Casa de Bernarda Alba”, que dirigió Mario Camus;… Pero además, nos deja como herencia más de una veintena de libros sobre la historia del arte jondo, entre los que destaca: Tratado de la bata de cola: Matilde Coral, una vida de arte y magisterio (2003); Chano Lobato, el duende, la gracia, los dones (2002); o la trilogía compuesta por El Toque Flamenco; El Cante Flamenco y El Baile Flamenco, entro otros títulos más.
Ángel Álvarez ha dejado huella y así lo ha expresado Mª Ángeles Carrasco, la directora del Instituto Andaluz del Flamenco de la Consejería de Cultura, destacando de él que fue un gran “investigador, crítico y divulgador de marcado carácter humanista siempre respetuoso con los artistas y defensor de las tradiciones pero sin excluir nunca la renovación tan necesaria en el flamenco”.
Desgraciadamente Álvarez ya ha escrito su última crítica, y hoy desde estas líneas decimos adiós a este erudito del arte jondo que aunque deja un gran vacío en el mundo de la comunicación y del flamenco en general, su obra perpetuará.