Esencia de la Cátedra de Flamencología, escritor, periodista, radiofonista, crítico de Flamenco, poeta, conferenciante…que elevó a la categoría cultural el arte jondo ha fallecido en Cádiz a los 82 años.
Web revista La Flamenca R. de la Villa 4/3/2015
Y el destino como siempre capricho, quiso que Juan de la Plata Franco Martínez, diera su último adiós en un mes donde el Flamenco y Jerez, sus dos pasiones, están más cerca que nunca gracias a su Festival.
En este contexto nos dejaba en la mañana del pasado martes Juan de la Plata, sin embargo, a lo largo de sus 82 años de vida ha sabido labrar un futuro prometedor para este arte. Una deuda eterna que el Flamenco mantendrá con este jerezano de pro.
Defensor a ultranza de un arte al que supo elevar a la categoría cultural que merecía a través del mayor legado que ha dejado en su tierra, Jerez, la Cátedra de Flamencología y Estudios Folclóricos Andaluces, creada el 24 de septiembre de 1958, junto a sus compañeros Manuel Pérez Celdrán, Manuel Ríos Ruiz y Esteban Pino Romero.
Esta institución pionera, que tuvo en la Peña artística del Folclore (creada en 1950) su germen inicial, fue, es y será un emblema para aficionados, intelectuales y artistas de toda España como Anselmo González Climent, Antonio Murciano, José Manuel Caballero Bonald o Fernando Quiñones, que desde su nacimiento le ha dado su respaldo.
Una extensa vida la de Juan Plata, dedicada al flamenco, en la que ha podido ser periodista, radiofonista, crítico, socio de Honor de la Asociación de la Prensa Jerezana, creador del premio Copa Jerez que goza de prestigio a nivel internacional en la actualidad, miembro numerario del Centro de Estudios Históricos Jerezanos y de la Organización Internacional del Arte Popular de la UNESCO, escritor, poeta, conferenciante, investigador… Tal era su dilatada experiencia y conocimiento sobre este arte que gozaba del respeto no sólo en los círculos intelectuales sino también artísticos.
Juan ha dejado también una extensa bibliografía donde podemos encontrar publicaciones, más de una treintena de libros, e incluso folletos. Una de sus primeras ediciones fue en 1960 cuando inauguró el servicio de publicaciones de la Cátedra de Flamencología con la revista Flamenco. Su primer libro fue Flamencos de Jerez (1961) en el que recopiló la vida de los artistas más relevantes del cante, del baile y la guitarra, nacidos en Jerez. A él se siguieron El Cante Flamenco en la vida gitana (1967); La Saeta. La pasión de Cristo, según la canta el pueblo andaluz (1984); Memoria de Terremoto (Con otros autores en 1984); La tradición flamenca de Jerez (Discurso de ingreso en la Academia 1987); Historia del Flamenco (Con otros autores 1996); Los gitanos de Jerez (2001); y La pena sonora (Vida, cante y gloria de Manuel Torre, 2002).
Sin olvidar que es para este medio un prestigio el haber podido disfrutar de su colaboración en la sesión “La Firma” de la edición en papel de la revista La Flamenca.
Una vida dedicada en cuerpo y alma a su gran pasión por el flamenco, lo cual también le dio un buen número de distinciones, aunque él siempre sintió predilección por el de Socio de Honor de la Asociación de la Prensa de Jerez por “su destacada y valiosa contribución al periodismo jerezano”.
Pero ante todo, Juan de la Plata, fue jerezano que a donde quiera que fuese llevaba a su tierra por bandera, tanto es así que acostumbraba a acabar sus cartas y escritos, con “Jerez siempre. Siempre Jerez. ¡Viva España-Jerez!”. Una pasión que supo reflejar a lo largo de su vida y una de las muestras de ello fue su contribución a la recuperación de las clásicas zambombas jerezanas. Así, en 1980 comenzó a celebrar en la Cátedra de Flamencología, las tradicionales fiestas de la Nochebuena de Jerez, invitando a las peñas flamencas jerezanas a un proyecto que culminaría en 1982 con la grabación del primer disco de la serie Así canta nuestra tierra en Navidad.
Un sin fin de cosas más sobre Juan de la Plata, se quedan en el tintero, como que fue creador de la Fiesta de la Bulería en 1967; organizador de la primera asamblea provincial de peñas flamencas (1974), promotor del estreno mundial del Concierto de Jerez, obra del compositor Benito Lauret, con Manuel Morao como guitarra solista y con la intervención de la Orquesta Sinfónica de la ciudad, bajo la dirección del maestro Joaquín Villatoro Medina; pero haría falta toda una vida para poder plasmarla.
Lo que si es cierto e indiscutible es que Juan de la Plata y la Cátedra de Flamencología han ido siempre de la mano, dejando todo un legado acumulado en su más de cincuenta años de historia y que en el año 2011 cedieron al Centro Andaluz de Flamenco.
Desde ayer, el Flamenco quedaba huérfano ante el fallecimiento del padre de la Cátedra de Flamencología, sin embargo, no podemos olvidar que nos ha dejado con la mejor herencia que se puede tener, la de elevar a la categoría cultural nuestro arte jondo.