Web revista La Flamenca 3/1/2012
Esta mañana del 3 de enero de 2012 ha fallecido el gran guitarrista Enrique Jiménez Ramírez (Marchena, Sevilla, 1950), conocido como Enrique de Melchor. Enamorado de la guitarra, nos ha legado a todos a lo largo de casi medio siglo, la dulzura sonora de sus dedos, la creatividad en el centenar de sus composiciones y la generosidad de los acompañamientos al cante y al baile. Quien pueda ahora acompañarle, el velatorio será en el Tanatorio San Isidoro de Madrid.
A esta ciudad se traslada el joven Enrique de doce años, con su padre, el maestro guitarrista Melchor de Marchena que trabajaba en el tablao “Los canasteros”. De la mano de Manolo Caracol debuta a la edad de quince años, y ahí seguirá otros cinco años más formándose como el guitarrista, ensalzado y solicitado por tantos artistas para acompañar al cante y al baile. Herencia de su padre del que dice el propio Enrique: “así, lo mismo le tocaba a la Niña de los Peines, que a Caracol o a Mairena, que a Manuel Torre. Y conseguía que estuvieran cómodos y que cantaran bien, que es lo que tiene que procurar un guitarrista cuando acompaña al cante”.
Mutua admiración sentía uno por el otro, en la entrevista de 1972 el propio Melchor de Marchena, dice de su hijo que es maravilloso, que le enseñó muy poco, todo ha salido de él, que hace cosas y además crea, que lo que toca es suyo.
Juntos compartieron en 1978 el Castillete minero de la Unión, al año siguiente con tan solo 18 años recibe el Premio Nacional de la Cátedra de Flamencología de Jerez.
A partir de ahí su ascenso en el mundo profesional, su relación con todos los artistas. Desde Antonio Mairena, Manolo Caracol, Fosforito, Chano Lobato, Naranjito de Triana, Fernanda y Bernarda de Utrera, Juanito Villar, también le tocó a Antonio el bailarín, al Güito, a Matilde Coral. Entre ellos señalar el comienzo con su admirado Paco de Lucía, un dúo, una entrelazada melodía del “Romance Anónimo”, después junto a él recorrerá el mundo dando conciertos durante dos años.
Superará Enrique de Melchor a su padre en que además será el guitarrista más solicitado para las grabaciones: “Seguro que seré el guitarrista que más discos ha grabado de la historia de la guitarra, porque he hecho discos desde hace treinta años para acá con todo el mundo” Será ya casi imprescindible en las grabaciones de Rocío Jurado, Chiquetete, Paco Toronjo, Manolo Sanlúcar, Tomatito, Manzanita, Remedios Amaya, Calixto Sánchez, Enrique Morente, El Lebrijano, José Mercé, María Jiménez, Vicente Soto “Sordera”, José Menese, Carmen Linares.
La empatía que le permitía acompañar al cante de todos los artistas, los dedos fortalecidos agarrados al baile, la técnica trabajada y el sonido cristalino se unen en sus creaciones y discos como solista, aunque con otros dos discos anteriores en solitario, en la década de 1988 a 1998 destacan los álbumes , Bajo la Luna, La Noche y el Día, Cuchichí, Arco de Rosas. De sus últimas grabaciones fueron Raíz Flamenca, Herencia Gitana que el CD además aporta la partitura para guitarra en cifrado y solfeo.
Una faceta de su generosidad, es su aportación a la enseñanza de la guitarra y del flamenco, los cursos que daba en la universidad, en su charla refleja la filosofía de vida, su entrega personal, transmitía y decía que la música era para todos, para compartirla, no para quedársela uno.
Sus últimos galardones fueron la Giraldilla de Lebrija y en el Festival Flamenco Caja Madrid 2010,
pero lo más importante son cada uno de los agradecimientos personales de los centenares de cantaores, bailaores, guitarristas que compartieron con él sus raíces y su pasión.
“Vuelo Blanco” se grabó en 1979. Un grupo que se formó con su mujer y su cuñadas, que como dijo Enrique de Melchor salió antes del boom de las sevillanas, y nunca supo lo que realmente quería decir. Sirva para dar un abrazo a su mujer y sus hijas,y de alguna forma para acompañarle.