El toque contemporáneo necesita, entre otras cuestiones, de una mirada hacia atrás para fijar el oído en los años dorados del acompañamiento al cante. Niño Ricardo, Melchor de Marchena y Sabicas fueron los representantes de esa fenomenal generación de tocaores que vino a poner orden en lo que Ramón Montoya, Javier Molina, Juan Gandulla, Miguel Borrull o Perico el del Lunar -por nombrar a los más representativos- habían legado a la historia de la guitarra flamenca del periodo que participó de un siglo y otro. Después, y siempre a partir de esos monumentos musicales, cada cual portó lo suyo.
En esta interesantísima publicación, dos enamorados de este instrumento se arremangan para dejar al descubierto los secretos artísticos de ese mago del acompañamiento que (con permiso de Melchor) fue Manuel Serrapí Sánchez. Eusebio Rioja rescata a los olvidados antecesores de Ricardo, se acerca a sus contemporáneos y sigue su rastro vital, discográfico y teatral, hasta 1972. De la parte técnica se ocupa el franco-almeriense Norberto Torres, entrando en las cuestiones referidas al toque para el acompañamiento al cante, analizando pormenorizadamente la obra solista, así como el procesamiento del legado ricardista en las generaciones ulteriores. Un valioso análisis a una obra musical de la que este libro puede considerarse guía fiel e imprescindible, y de la que debieran beber hasta emborracharse -al menos de su intención- las actuales legiones de guitarristas, a los que la obsesión por la velocidad y la vaciedad armónica les ha llevado a convertirse, al decir de Manuel Molina, en auténticos "atletas de la guitarra".