A Pastora María Pavón Cruz no le gustaba su nombre artistico. Se debía a que en sus primeros pasos por el flamenco cantaba unos tientos llamados Tientos de los peines, "Peinate tú con mis peines; mis peines son de canela...". Lo cierto es que La Niña de los Peines es hoy en día la mujer más importante que hasta ahora ha dado el cante flamenco. Nació en Sevilla en 1890 y murió allí a los 79 años. Fue una cantaora precoz que comenzó su andadura profesional con tan solo ocho años, dominó todos los palos rozando la perfección, incluso llegó a realizar aportaciones muy valiosas como la adaptación de las bamberas al compás de la soleá. Hoy en día se piensa que quizás ni ella misma llegó a tener plena conciencia de la transcendencia de lo que hacía. Su escuela fue la improvisación, aunque recibió fuerte influjo de su hermano Arturo. Fue amiga personal de Manuel de Falla y de Federico García Lorca quien se inspiró en ella y en su voz para escribir su Teoría y juego del duende, donde se refería a Pastora diciendo: "Voz de sombra, voz de antaño fundido, voz de musgo".
Un año antes de su muerte, la Niña de los Peines recibió el mayor de los reconocimientos. En su ciudad natal se le homenajeaba en vida con un monumento en su honor. La primera vez que se habló de este monumento fue en el programa radiofónico Tertulia Flamenca de Radio Sevilla que conducía Rafael Belmonte, médico de Pastora y hermano del gran torero sevillano Juan Belmonte. La idea fue propuesta por Antonio Mairena y la misma noche en que se propuso reconocer la labor de la gran cantaora, el escultor José Illanes se ofreció para realizar el monumento a la artista que tuvo un coste de 50.000 ptas. El acto de inauguración tuvo lugar el 19 de diciembre de 1967 y supuso un gran acontecimiento cultural en la época que se emitió en directo por la radio en el programa "Los formidables" de Alberto Oliveras y Joaquín Pelaez. El busto se colocó en la Alameda de Hércules, muy cerquita de donde vivía la Niña de los Peines quien no pudo asistir al evento. La cortina roja que ocultaba el monumento se descorrió mientras la Banda Municipal tocaba un pasodoble. Tras esto el poeta Antonio Murciano leía, "esta es la gloria, de una mujer del pueblo que ya es historia...". El acto se cerró con unas peteneras de Naranjito de Triana, continuador de la escuela de Pastora. Acudieron además otros cantaores como Luis Caballero y Pepe Pinto, marido de la homenajeada.
El mismo día en que se inauguró el monumento, el mismo Rafael Belmonte describía así el busto de la Niña de los Peines en el periódico ABC: "Una Pastora, joven y arrogante, arropada en su mantón, y enredando sus coplas, si ello fuera posible, en los flecos de seda que se desbordan por su cintura".
Texto: Yessica Brea