El cantaor cordobés Manuel Espejo ha fallecido este martes, 29 de marzo, a los 86 años.
Revista La Flamenca. R. De la Villa. 30/3/2022. Foto: @abc
Córdoba, la afición flamenca y el arte jondo se visten de luto para despedir a uno de los suyos, Manuel Espejo Jiménez. Churumbaque, como se le conoce artísticamente, fallecía este martes, 29 de marzo de 2022, a los 86 años.
Natural de Córdoba, nacido entre el Alpargate y San Lorenzo, este Miércoles Santo, aunque presidirá el balcón del cielo, aquí en la tierra, la Hermandad de la Paz de Córdoba echará de menos su presencia en el balcón de El Pisto.
Churumbaque, apodo que heredó de su abuela, Teresa Mesías, La Churumbaca, que se dedicaba a la venta ambulante de pajaritos, conejos y espárragos entre sus vecinos, contaba con una larga y temprana trayectoria. Con apenas 13 años empezó a cantar destacando por sus cantes dedicados al Cristo de Gracia. Así, llegó a convertirse en una referencia en el mundo de las saetas, lo que hacía que fuera un habitual en la Exaltación de la Saeta que se celebra en la víspera del Domingo de Ramos en el Cristo de los Faroles de Córdoba.
Pero además de saetero fue un importante cantaor flamenco, según ha declarado David Pino, el director de la Cátedra de Flamencología de la Universidad de Córdoba (UCO), “destacó sobre todo por carceleras”, considerándolo el heredero artístico de María La Talegona, su maestra.
Pero, a Churumbaque no había palo flamenco que se le resistiera, de hecho, en el año 1983, en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, en su décima edición se hizo con el premio de cantes de Levante gracias a una cartagenera antigua que interpretó “con grandeza”, según señalaba la crítica de la época.
Era habitual en festivales de Andalucía, hizo algunas grabaciones en antologías, gran saetero y pieza importante del mundo del flamenco, que su partida, aunque hoy nos congoja, pronto volveremos a disfrutar de la herencia más importante que nos ha dejado, su hijo Rafael Carlos Espejo, “Churumbaque hijo”, también cantaor flamenco y su mejor discípulo.
Desde Revista La Flamenca, nuestro más sincero pésame a familiares y amigos de Churumbaque. Hoy llora Córdoba y llora el flamenco la despedida de este gran saetero.