Este 17 de febrero decíamos adiós a una de las voces más importantes del flamenco de las últimas décadas.
Revista La Flamenca. R. De la Villa. 18/2/2023
Vivimos un nuevo fin de semana en el que el flamenco se vuelve a teñir de luto. El cantaor José Cortés Jiménez, conocido artísticamente como Pansequito, fallecía este viernes 17 de febrero a los 78 años.
A consecuencia de una grave enfermedad, se ha silenciado para siempre una de las grandes voces de las últimas décadas del flamenco, cantaor que llevaba 60 años en activo regalándonos momentos cabales, con un cante de personalidad arrolladora y revolucionaria, con eco jondo gitano.
Superviviente de una generación que tuvo la suerte de formar parte de la época dorada del arte jondo, asiduos de esos festivales flamencos veraniegos andaluces llegando a compartir escenarios junto a compañeros como Rancapino, Camarón o El Lebrijano
Pansequito nació en enero de 1946 en la Línea de la Concepción, en el seno de una familia de tradición flamenca. Pasó su niñez en Sevilla, ya que el padre tenía un negocio relacionado con el sector del textil y tuvo que trasladarse a la capital. Posteriormente se asentaron en el Puerto de Santa María, de donde tomaría su apellido artístico de sus inicios, Pansequito del Puerto, hasta instalarse definitivamente en la provincia de Sevilla, residiendo hasta el final de sus días en Gines.
Desde muy pequeño era considerado una de las más reputadas figuras del flamenco. Su carrera profesional se inició en los tablaos de Málaga. Pero su gran salto llegó en el año 1963, cuando Manolo Caracol lo descubrió en la Venta Vargas en San Fernando y quiso contratarlo para que trabajara en su tablao madrileño de Los Canasteros. Tras ello, formó parte de la compañía de Antonio Gades, con la que recorrió medio mundo.
En el 1974, en el Concurso Nacional de Córdoba, se hizo con el Premio a la Creatividad por su "sentido renovador del cante", un galardón que tuvieron que inventarse para él, porque su forma de cante tan revolucionario no se adaptaba a ninguna categoría.
Y es que Pansequito, a pesar de no perder ese aire del estrecho en su forma de cantar flamenco, sonaba distinto, era renovador y revolucionario, haciendo que su obra tuviera la originalidad más exquisita a la medida exacta del compás, de metal rajado, muy flamenco y con eco gitano, demostrando gran dominio del tiempo y del compás.
Nunca olvidaremos sus triunfos en radiofórmula española con bulerías como “Tápame”, que a mediados de los años setenta del pasado siglo, fue un aire nuevo que hizo que el flamenco escalara en las listas de éxitos. Autor de sus propias letras adaptando, además, los cantes más clásicos a su estilo personal.
En su haber tiene importantes galardones que se suman al ya anteriormente mencionado del Concurso Nacional de Córdoba(1974) , como el premio Nacional de la Cátedra de Flamencología de Jerez, Premio Compás del Cante de la Fundación Cruzcampo (2010), Giraldillo de la Bienal de Sevilla (2010),… y un largo etcétera.
Nos deja una discografía como herencia junto a grandes de la guitarra como Juan y Pepe Habichuela, Gerardo Núñez, Enrique de Melchor, Tomatito, Parrilla de Jerez. Entre sus obras destacamos “Un canto a la libertad” que publicó en 2009 y que resume parte de su legado en cuya grabación contó con las colaboraciones de Moraíto, Miguel Poveda y Raimundo Amador.
Y así podríamos seguir escribiendo miles de cosas más sobre Pansequito quien en este 2023 celebraba sus 60 años en activo. Un aniversario que precisamente el Festival Potaje Gitano de Utrera iba a conmemorar homenajeándolo junto a su mujer, Aurora Vargas, en este próximo 24 de junio.
Desde estas líneas trasladamos nuestro más sincero pésame a familiares, amigos y todos los amantes del arte jondo. Se nos ha ido una pieza clave del flamenco, de eco gitano personalidad arrolladora y revolucionaria.