El director de la Cátedra de Flamencología de Córdoba anuncia el 25 aniversario de la Cátedra y anuncia la colaboración con Málaga y Sevilla coincidiendo con el Centenario del Concurso de Cante Jondo 1922.
Revista La Flamenca. Xavier Grau. 2/7/2021 Fotos:Toni Blanco
Cantaor y docente, David Pino, acaba de cerrar su segundo curso como Director de la Cátedra de Flamencología de la Universidad de Córdoba habiendo sorteado desde un nombramiento exprés a una pandemia mundial. Tal vez por eso apunta al próximo curso más tranquilo: el salto definitivo a la programación telemática y la celebración del 25 aniversario de la Cátedra permitirán resarcirse de tanto sinsabor inicial. Además, apuesta por la colaboración de las cátedras universitarias para apoyar a los artistas y aficionados que no le temen a las rebeliones en el Flamenco, y mucho menos si éstas se dan en las aulas.
Despido abrupto de Arcángel, tres semanas para programar una Cátedra... y una pandemia que parte todo en dos. ¿Cómo ha sobrevivido a todo este torbellino de bienvenida?
Ha sido un inicio desolador porque cuando recibí el encargo de dirigir la Cátedra,en noviembre de 2019, me hizo una ilusión enorme.
¿En qué se ha apoyado para no naufragar?
Soy docente en el Conservatorio Superior de Córdoba, he sido alumno de la Cátedra y conozco la trayectoria desde sus inicios con Agustín Gómez y Luís de Córdoba.
¿Qué le pidió el Consejo Asesor para arrancar?
Solamente que la Dirección tuviera también responsabilidad docente además de programar y de coordinar.
¿Por dónde empezó?
La logística flamenca no me es ajena. Tiré de amigos que tenía a mano y de personas que han trabajado conmigo. Busqué, además, a gentes con las que no he trabajado pero que sabía que podía aportar mucho.
¿El primero en aceptar su invitación?
Fosforito, maestro y amigo, al que dedicamos la sesión inaugural del primer curso 2019-2020.A él le dedicamos una exposición muy especial con fotografías incluso de sus inicios en el flamenco con 8 añitos...
“POCO ANTES DE LA PANDEMIA YAINTUÍQUE LA FORMACIÓN A TRAVÉS DE INTERNET ERA UNA OPCIÓN CLARA”
Y llegó la pandemia, la suspensión de actividad y el caos.
Tres semanas antes de la paralización dedicamos la programación a Serranito y ahí ya intuí que proyectarnos telemáticamente a través de Internet era una opción clara de futuro.
¿Y eso?
El 90% de los alumnos de la Cátedra son personas de Córdoba por la necesidad de la presencialidad en los cursos pero con las emisiones telemáticas podemos llegar a muchísimas más personas interesadas de todo el mundo.
¿Tiene datos que lo confirmen?
El primer curso, 2019-2020, tuvimos 170 alumnos presenciales. Este último, 2020-2021, hemos tenido 40 alumnos presenciales -con lo que el programa hubiera sido inviable- pero gracias a Internet hemos tenido una matrícula total de 270 alumnos.
Le noto muy animado con el éxito telemático.
El compromiso para este curso que viene es dar formación híbrida, presencial y virtual, con la máxima calidad de sonido y de imagen. Hemos tenido problemas graves en estos inicios pero vamos a resolverlos.
¿Qué podremos seguir vía Internet?
Aseguraremos la calidad auditiva de las sesiones, muy importantes cuando hay cante o toque, incluso baile. También mejoraremos la realización de las sesiones con tres cámaras y alta calidad de imagen.
“NO EXISTE NINGÚN REQUISITO ACADÉMICO PARA MATRÍCULARSE EN LA CÁTEDRA DE FLAMENCOLOGÍA”
¿Qué objetivos de los que se marcó hace dos años se están retrasando?
La Cátedra tiene un perfil muy transversal de alumnos: desde profesionales que quieren profundizar en el flamenco a aficionados que saben y conocen pero quieren disfrutarlo más académicamente.
¿Qué requisitos debo cumplir para matricularme?
No existe ningún requisito académico alguno ni tampoco ninguna exigencia de conocimiento previo de música ni de flamenco.
¿Qué novedades ofrecerá el próximo curso?
Será la apuesta decidida por la calidad de la oferta telemática. Insistiremos también en la mejora de la publicidad para llegar a más personas...
... y...
Y celebraremos el 25 aniversario de la Cátedra que coincide con los 50 años de la Universidad de Córdoba además de con el Centenario del Concurso de Cante Jondo que promovieron Falla y Lorca en Granada en 1922.
¿Cómo deben coordinarse las Cátedras universitarias como Córdoba, Málaga y Sevilla?
La de Sevilla pasa quizá por alguna dificultad a pesar de los esfuerzos de su director Rafael Infante y eso que requiere tal vez una mayor apuesta de su universidad. Hace un mes nos hemos reunidos las tres direcciones en Málaga para estudiar cómo colaborar.
“SI HACE VEINTE AÑOS HUBIERAMOS DICHO QUE HOY TENDRIAMOS LICENCIADOS EN CANTE, NOS HUBIÉRAMOS PUESTO A REIR””
¿Y qué han decidido?
Que podemos trabajar conjuntamente, aprovechar sinergias y colaborar pero de manera que cada Cátedra salvaguarde su propia oferta. Para este curso que viene ya ofreceremos algún tipo de colaboración junto a la Cátedra de Málaga.
¿Qué debe hacer la Academia para convertir el Flamenco en una referencia en todo el país?
El Flamenco es un arte que se ha construido en la calle, en las tabernas, que no sólo es música. Es historia, es filosofía y es arte y como tal es objeto de estudio y análisis riguroso con ambición científica: y ahí tiene su papel la Universidad.
¿Qué es lo prioritario que debe hacerse?
Hay que ir dando pasos. Hace veinte años, si se hubiese dicho que hoy tendríamos licenciados en cante flamenco nos hubiéramos puesto a reír.
¿Qué ha ocurrido?
Esa consciencia del Flamenco como arte de la calle y de la taberna, vinculado a un estatus vilipendiado, ha ido variando con la conquista artística de mejores espacios, grandes teatros en todo el mundo y también universidades.
“LOS ARTISTAS DEBEN TENER CONSCIENCIA Y QUERER DIGNIFICAR EL GÉNERO Y LA PROFESIÓN PARA SER SÍMBOLO DEL FLAMENCO”
¿Qué es lo fundamental para no perder este ritmo?
Los artistas deben tener consciencia y querer dignificar el género y la profesión. Sólo así serán un ejemplo y un símbolo de lo que representa el Flamenco y podrán arrastrar las políticas culturales hacia el fomento de este arte.
Hay quien desconfía de ese paso del flamenco por las aulas.
Sí hay en algunos un cierto temor a perder identidad, naturalidad...
¿Qué efectos negativos puede suponer un doctorado universitario para un artista flamenco?
Ninguno. Ahí está la Niña de los Peines, que era “doctora” como hay que ser para crear ese universo estético y artístico tan grande. Cómo lo hicieron también Marchena, Mairena o Morente, todos “doctores” en lo suyo.
¿Un diploma te quita o te da flamencura?
El conocimiento te da herramientas para entender mejor el flamenco, ampliar tu formación en su historia y su contexto. Como artista, un título ni te desmerece ni te da un plus, ¡un título de doctor universitario no te quita flamencura!
En la clásica si existe una notable titulitis.
El rigor en el estudio, en la música clásica o en el flamenco, debe ser el punto de partida.
¿Hay miedo a qué las aulas roben el alma artística o impulsen renovaciones?
La responsabilidad de la Universidad es facilitar la investigación y a partir de ahí el uso qué se le dé es de cada artista y de cada estudioso.
Siempre a vueltas con la polémica en torno a la flamencología...
Los medios de cuando trabajaron Antonio Mairena o Ricardo Molina no son hoy los mismos...
...
Hace sesenta años, en flamencología, estaba todo por hacer y en algunos casos fue muy aventurada en sus argumentos dando por hecho cosas sin mucha base científica que digamos.
¿Hemos mejorado?
Todavía hoy vemos publicados libros con esa misma falta de rigor.
¿Cuénteme, como director de la Cátedra, quienes son hoy los Maestros y las Maestras del Flamenco?
La Maestría ha sido siempre de los que han marcado el camino estético a la hora de dar la imagen más oportuna del Flamenco.
No le pido nombres, sugiérame actitudes.
Yo defiendo a los que desde el punto de vista artístico han creado tendencia y al mismo tiempo se muestran como personas con ideas profundas de lo ético y lo estético del Flamenco.
Como docente experimentado, ¿ve mimbres de nuevos Maestros y Maestras en las generaciones del Flamenco actual?
Ofrecerán otro tipo de Maestría pero, como Morente o Pavón, hay muchos artistas jóvenes que destacan por su capacidad intelectual y artística y con una personalidad como para seguir dando mucha gloria al Flamenco.