El autor de “Jurepén” regresa casi dos décadas después del bombazo de su primer disco y anuncia su intención de grabar nuevos temas propios, a piano solo, a principios de 2021.
Revista La Flamenca. Xavier Grau 3/9/2020
Con un concierto de modesta ambición en Benicarló, casi de puntillas, probando y probándose, Juan Cortés anuncia que vuelve a los escenarios con un nuevo disco en mente. De ser como el completísimo álbum de debut a principios del 2000, puede dar una nueva campanada. Regreso o evolución. Toma de conciencia de lo fugaz de la vida y de la música tras la pandemia. El de Alcalá de Xivert se presenta dispuesto a darlo todo. Quiere escribir una nueva página en el flamenco, piano mediante, sin complejos, sin comparaciones, sin peajes, desbrozando. ¿Cómo? con enorme talento en los dedos y mucha energía en el corazón.
¿Qué le hizo desaparecer después del exitazo de 2003?
Sentí que había hecho lo que quería, grabar mis temas de juventud con los mejores músicos a los que yo admiraba.
‘Jurepén’, ‘Sentimiento’, le llamó... y ahí se quedó.
Tuve la sensación de que, musicalmente, no sabía cómo seguir.
¿Lo sabe ahora, diecisiete años después?
Siempre he perseguido que mi piano suene flamenco.
¿Dónde ha estado todo este tiempo?
Me he centrado en profundizar en la flamencura de mi música.
¿Haciendo qué?
Estudiando. Y dando clases. Al ser profesor he percibido la mayor grandeza del piano.
¿Qué ha descubierto que le impulsa a volver?
Siento que el flamenco, que ya es muy grande, necesita un camino propio para este instrumento como es el piano.
Romero, Pavón, Domínguez, Dorantes, Amador... usted...
El piano flamenco está todavía por descubrir y puede seguir evolucionando como instrumento flamenco.
¿Con qué claves?
Los pianistas nos valemos del compás, de la armonía, del ritmo y de la sensibilidad para tocar flamenco, pero no es suficiente que la cosa suene a flamenquito.
¿Vamos a despojarlo de lo jazzístico y lo latín que tanta popularidad le han dado al piano flamenco?
No está profundizado el conocimiento y el sonido de cómo le sacaban música los clásicos al piano...
¿De qué clásicos hablamos?
De Bach, de Chopin...
...
Creo que hay una nueva categoría por desarrollar, un camino nuevo.
“PRETENDO QUE LO PRINCIPAL DEL FLAMENCO, SU FRASEO, SUS MELODÍAS Y SUS RÍTMICAS NO SE PIERDAN”
Ya dijo Faustino Núñez de usted que lo suyo era “un paso adelante” en el flamenco.
Con 22 años eso me supuso una enorme responsabilidad en un momento que yo grabé con muchas ganas, mucha inquietud y sin saber muy bien qué quería contar.
¿Lo sabe mejor ahora?
Quiero profundizar y abrir una nueva ruta para el piano en el flamenco, sin desvariar a través del jazz o lo latino, que me parecen fantásticos y lo digo con todo el respeto.
-Pero...
Pero pretendo que lo principal del flamenco, su fraseo, sus melodías y sus rítmicas no se pierdan.
Se apartó de los escenarios por perfeccionista, por inmaduro, por miedo...
Cambiaron las prioridades de mi vida, me casé, he tenido tres hijos y me he enriquecido espiritualmente.
¿Quedó “defondado” según escribió Jaime Trancoso?
Ahora siento toda la libertad para saber que tengo algo nuevo que decir.
¿Cómo se ha dado cuenta de que necesita volver con esa fuerza?
El confinamiento por la pandemia me ha descubierto que hay que aprovechar cada momento en la vida porque lo que más quieres te lo pueden quitar en un instante.
¿Benicarló ha sido su ahora o nunca para un nuevo asalto al estrellato?
Los conciertos que vendrán después de este primero serán todos diferentes, porque cada día se siente uno diferente. Me acompañan, además, dos grandes músicos jóvenes, Sergio Martínez a la percusión y Miquel Álvarez al contrabajo, con los que improvisaremos y dialogaremos por estos nuevos caminos que busco.
¿Sigue con su rutina de no tocar los tres o cuatro días anteriores al concierto?
Lo hago para sacar lo más especial de mí en el momento del concierto y que sea único, que aparezca algo nuevo, que no sea una sesión más, un día más... y no quiero que sea una repetición de algo que ya me ha salido ensayando en casa.
“QUIERO MOSTAR CUÁL ES MI VISIÓN DEL FLAMENCO CON EL PIANO, PROPONER UNA EVOLUCIÓN, Y HACERLO DE MANERA SINCERA””
¿Le espolea tocar sin red?
Antes de los conciertos sólo pido tres o cuatro horas antes para poder hacer algo de dedos y conocer un poco el piano que me toca en cada ocasión, que cada uno es diferente.
¿Toca más para usted que para el público?
Esto es realmente lo que busco, tocar en un estado mental que me guste a mí y en conexión con los dos músicos que me acompañan.
¿Para llegar a dónde?
Para que fluya nuestra sangre en el escenario y eso no sale de estudiar bien, ni de tocar bien, ni de sonar bien...
Pues ¿de dónde sale?
De hablar, de tener algo que decir, de expresarte, de tener algo que contar con tu música, de esa conversación instantánea sobre el escenario y dejar que el corazón hable.
Tras el bombazo de ’Jurepén’ podía usted haber sacado discos como churros.
¿A qué precio? ¿Sin nada que decir y pagando, a la larga, una factura enorme?
Así, ¿cuáles son las razones de su regreso?
Quiero mostrar cuál es mi visión del flamenco con el piano, proponer una evolución, y hacerlo de manera sincera. Dando todo lo que tengo con esa apuesta por mirar a las raíces. Conseguir que suene puro flamenco, no antiguo, de hoy pero con pureza.
¿Cómo se propone conseguirlo?
Es muy importante el tratamiento de la melodía, siempre tan melismática en el flamenco, enrevesada, llena de todos esos matices como les salía a Caracol o a Camarón y disponiendo de todas esas rítmicas flamencas para improvisar...
...
Nada de todo eso del jazz por bulería o por alegrías...
¿Cuánto nos alejamos de Chano?
Quiero apostar por la melodía y la armonía flamenca, todo eso que lo hace único a pesar que con el paso de los años hemos descubierto e incorporado todas esas tensiones con novenas, treceavas... pero quiero recuperar lo clásico, lo esencial, pero no lo antiguo, repito.
“EL PRIMER DISCO LO GRABÉ RODEADO DE SUPERARTISTAS A LOS QUE ADMIRABA Y OBSERVABA EMBOBADO TOCANDO MI MÚSICA”
Moderno es que iTunes le considere su ‘Chaneando’ como imprescindible del flamencojazz.
Lo grabé en 2003 con Jorge Pardo, Pablo Martin Caminero, Guillermo McGill, Bernardo Parrilla, mi hermano Salva y Antonio El Ciervo aunque yo pienso que flamenco jazz no es lo que yo toco, yo compongo flamenco 2020.
Cuénteme cómo será su segundo disco, que le veo pletórico.
Quiero grabar a piano solo, si me atrevo.
¿Y eso?
El primer disco lo grabé rodeado de superartistas a los que admiraba, a los que me quedaba mirando en el estudio y observaba embobado escuchando cómo tocaban mi música porque piense que yo venía de escucharlos a todos en la soledad de mi cuarto, con mi espíritu autodidacta.
¿Hay que demostrar algo en cada disco?
Pretendo dejar claro que en el piano tengo mi sonido propio.
¿Siente que debe reafirmarse?
Tuve mi aventura de juventud. Piense que yo grabé y recorrí todo el circuito artístico de Madrid en cuatro años viniendo de un sitio y con unos antecedentes para nada vinculados con el flamenco.
¿Qué tiene que pasar para volver a situarse en esa primera línea?
Ahora sé lo que es tocar y voy a hacer lo que quiero con toda mi verdad.
¿Cuánto tiempo se da para volver a los escenarios de más brillo?
No depende de mí. Voy a tocar todas las puertas que pueda. Pero no es lo que busco, lo que deseo es hacerlo bien para que cada concierto no sea uno más sino que yo sienta que es un sitio desde el que puedo hablar, decir cosas con mi música.
“TENEMOS QUE HABLAR, EXPRESARNOS, QUERERNOS Y NO DEBEMOS PERMITIR QUE EL CORAZÓN DEJE DE QUERER”
¿Le asusta lo extramusical del negocio?
No me importa nada en este momento.
¿Vuelve sin miedos?
El virus es lo que me asusta, como a todos. Pero no vamos a vivir con miedo. Tenemos que hablar, expresarnos, querernos, y aunque no podamos abrazarnos, no debemos permitir que el corazón deje de querer.
¿Regresa con más exigencias?
Más exigente y con más fallos.
¿Sin concesiones?
Me veo con ganas y con fuerza para acometer cosas nuevas, marcar un paso muy mío en el flamenco.
Ahí ya estuvo con Rafael Amargo, Esperanza Fernández, Lole Montoya, Estrella Morente, Carmen Linares...
No quiero estar por estar a cualquier precio. Sólo cuando haya una verdad detrás.
O sea, más que regreso, ¿evolución?
Para investigar y buscar en las raíces del flamenco hacia una nueva dimensión con un instrumento como el piano.
Seguro que tiene ya material para un segundo disco.
Pienso grabarlo en enero del año que viene.
Y se titulará...
No lo sé. Le pondré el título después de escucharlo atentamente una vez grabado.