
Diez años después de que una trágica madrugada de enero sesgara su vida, Pedro Bacán es recordado por su Lebrija natal a través del monumento que le rinde homenaje. Nació en esta localidad sevillana allá por el año 1951 en el seno de una de las familias más importantes del flamenco; biznieto del legendario Pinini, y primo de Fernanda y Bernarda de Utrera, Juan Peña "Lebrijano", Pedro Peña o Miguel Funi. Con tan solo 16 años debuta como "Pedrito Bacán" en la segunda edición de la venerable Caracolá compartiendo cartel con Juan Talega, Tío Borrico, Perrate de Utrera, Chocolate, Juan Peña "Lebrijano", Pansequito, Curro Malena, Paco Laberinto y Pedro Peña entre otros. A pesar de que acompañó a las más grandes figuras del momento donde destacó notablemente fue en la faceta de solista, por ello, con tan solo 29 años, recibió el Premio Nacional de Guitarra Flamenca de la Cátedra de Flamencología y Estudios Folklóricos Andaluces. Pedro Bacán desarrolló una parte importante de su carrera artística en Francia donde cosechó grandes éxitos y despertó gran admiración entre los aficionados franceses. En 1990, respaldado por sus amigos de Francia, grabó una serie de cuatro CD's, "Noches gitanas en Lebrija" y montó importantes espectáculos en tierra gala, de entre los que destaca "El clan de los Pinini" que sería galardonado con el Premio Demófilo a la innovación en el flamenco de la Fundación Machado. Una de las aportaciones más curiosas de Pedro Bacán fue la fundación de la Asociación Cultural Aluricán con el objetivo de "contribuir al estudio, análisis, investigación, conservación y creación de temas y hechos que tengan relación con el flamenco; sensibilizar y posibilitar el acceso a esta fuente cultural de todos aquellos que aspiran a conocer su historia y evolución, y actuar como consultante de instituciones y espacios de difusión cultural y artística".
Pedro Peña Peña, como se llamaba en realidad, perdió la vida en un accidente de tráfico cuando regresaba de actuar de la peña El Laurel con su primo El Lebrijano. Sus 46 años de vida estuvieron repletos de inspiración, éxito y dedicación al mundo del flamenco. Una década después de su fallecimiento el Ayuntamiento de Lebrija lo nombra hijo predilecto e inaugura este monumento al guitarrista, obra del escultor Augusto Arana. El monumento está ubicado en una rotonda de entrada a Lebrija, por la carretera de Sevilla. Bajo este hay una amplia fuente, en forma de media guitarra, que se ilumina de noche, y cuyos chorros simulan las seis cuerdas de dicho instrumento. En el acto de inauguración, además del alcalde de la ciudad y el escultor de la obra monumental, intervino Alfonso García, autor del libro biográfico del guitarrista "Aluricán en azul y verde" y Sebastián Peña, hijo de Pedro Bacán, que hizo un solo por soleá, cuyo toque emocionó a los cientos de lebrijanos y aficionados flamencos que se dieron cita en tal acontecimiento, donde la familia del guitarrista lebrijano ocupó un lugar preferente. Con este monumento, Pedro Bacán, al que en su día se le apodó "el dulce" por su forma de tocar, estará siempre presente en su tierra, Lebrija.
Texto: Yessica Brea / Foto: Benito Sánchez