El flamenco pierde la voz de Juan Meneses. El artista, sobrino de José Meneses, fallecía este 13 de julio a consecuencia de un infarto.
Revista La Flamenca. R. De la Villa 14/7/2020 Foto: Fidel Meneses
Un nuevo 13 de julio, el flamenco se viste de luto. Una fecha marcada en negro, pues ese mismo día de hace ahora cuatro años fallecía Juan Peña el Lebrijano. Esta vez, el flamenco pierde una voz joven, de 45 años, pero de gran arraigo en la Puebla de Cazalla y en el arte jondo, pues viene de raíces puras, la de los Meneses.
Se apagó la voz de Juan Meneses de la Vega, sobrino del gran José Meneses. Solo con sus apellidos sabemos que tuvo la suerte de vivir en un entorno familiar flamenco y artístico.
Aunque aún le quedaba mucho por dar a nuestra cultura, desde el año 2014 hemos podido disfrutar de él en festivales, teatros, tablaos, peñas… Y nos deja de herencia dos discos. El primero de ellos grabado en 2014, cuyo contenido se conforma de cuatro cortes, grabando el cantaor morisco el volumen 1 “Joven Cante Jondo”. Su segundo trabajo fue presentado en la Bodega Antonio Fuentes de La Puebla de Cazalla en 2017. Se trata de su primer y único disco en solitario que lleva por título “De anhelos, quebrantos y otros cantes”. En este Cd, compuesto por once cantes, dejó clara la herencia de su tío José Meneses interpretando palos como abandolaos, alegrías, bulería por soleá, malagueña, mariana, petenera, seguirilla, serrana, soleá, tango o taranto.
Sin duda alguna, tal y como ha declarado el Ayuntamiento de la Puebla de Cazalla, se trata de "una pérdida terrible para su familia, para su pueblo y para el mundo del flamenco". Se ha ido antes de lo que debería, pero sin dejar de hacer lo que amaba, cantar flamenco, de hecho su última actuación fue el pasado 10 de julio en su pueblo natal, subiendo al escenario de Zeppelin Bar en la Reunión Flamenca acompañado por la guitarra de Fernando María.
Desde Revista La Flamenca trasladamos nuestro más sentido pésame a familiares, amigos, vecinos de la Puebla de Cazalla y al mundo del flamenco en general. Se nos va una gran voz, pero siempre nos quedarán sus trabajos.