Escritura Musical de la Guitarra Flamenca: Del Nacionalismo Decimonónimo a la Normalización Internacional actual

Los antecedentes los podemos encontrar en la literatura decimonónica de influencia nacionalista. Los tendremos en obras de concertistas-compositores como Julian Arcas, Tomás Damas, Juan Parga, Luis Soria, Bernardo Troncoso, Antonio Cano, Jaime Bosch, etc. o en cancioneros como el de Ocón.
Durante la primera mitad del siglo XX tendremos la edición de partituras sueltas de los guitarristas en voga en España, como Luis Maravilla o Manuel Serrapí "Niño Ricardo". Salvo el caso del primero que escribe él mismo sus transcripciones y se preocupa por las digitaciones, la transcripción realizada por pianistas es seguramente el gran problema con el que topamos cuando leemos el resultado, ya que no se reflejan las particularidades idiomáticas propias del instrumento.
Entrando la segunda mitad del siglo XX, la escritura musical de la guitarra flamenca sigue el modelo de escritura de la guitarra clásica, sin resolver las particularidades idiomáticas del género y de la vocación rítmica del instrumento flamenco.
La paulatina precisión y normalización en la escritura musical de la guitarra flamenca va a llegar sobre todo desde fuera de España. En parte se entiende: en España seguían prevaleciendo métodos tradicionales de transmisión oral. Predominaban entonces dos métodos de instrucción: el memorístico (visualizar y aprender de memoria lo que enseñaba el maestro) y el sistema de cifra (sustituto sencillo de la partitura para los que no leen música).
Hay un antecedente interesantísimo en España, la publicación del libro-disco Lección de guitarra flamenca de Luis Maravilla (Hispavox, 1969).
Pero esta normalización internacional va a llegar desde los paises anglosajones, con dos autores claves: el estadounidense Joseph Trotter y el cordobés afincado en Londres Paco Peña.
Poco años después, en 1979, desde Madrid Andrés Batista publica su método de guitarra flamenca que, de alguna manera, normaliza en España los nuevos avances en la escritura musical del toque.
Los trabajos de Paco Peña abren el camino a los de Philippe Donnier (en colaboración con Merengue de Córdoba) quien en 1985, desde un acercamiento claramente estructuralista, descompone en su método cada parte de los toques para recomponer los mecanismos que articulan las particularidades idiomáticas del género.
Hacia la normalización de la escritura musical de la guitarra flamenca.
La transcripción de guitarra flamenca se ha desarrollado tanto en estos últimos años, que podemos afirmar que casi todo lo grabado en solista, y parte de las falsetas de acompañamiento, está transcrito en música y cifra. Destacaremos sobre todo la colección Duende Flamenco del francés Claude Worms, obra titánica con dieciocho volúmenes en la calle hasta la fecha, donde encontramos desde falsetas de Juan Gadulla "Habichuela" de 1909, hasta los últimos toques de Riqueni, Nuñez o Amigo, inspirada metodicamente en el modelo estructuralista de Philippe Donnier. Otra colección importante es la de Alain Faucher, dedicada a monografías sobre concertistas como Ramón Montoya, Tomatito, Gerardo Nuñez, Pepe Habichuela, Moraíto, Serranito, Paco Cepero, Sabicas, Niño Ricardo, Melchor de Marchena, etc. Si estas colecciones se editan desde Paris, en Japón tendremos las transcripciones de Yasuhiko Miyoshi, Moriyasu Iiagaya, Hideo Suzuki, Masao Tohgon, Akira Seta, Jiro Yoshikawa, Hiroshi Oka, Katsuhiro Takahashi, etc... Desde Suiza se editará la colección de vídeos con libros de partituras de Encuentro Productions, donde cada maestro toca lentamente y a velocidad normal sus toques favoritos. En España el concertista Oscar Herrero es autor de uno de los métodos audiovisuales más racionales y pedagógicos sobre guitarra flamenca, La guitarra flamenca paso a paso. Desde el Liceo de Barcelona, el profesor Manuel Granados está también paulatinamente diseñando un manual didáctico para todo tipo de estudiantes. Estamos señalando a las colecciones más conocidas del mercado. Unas de las últimas (2003 y 2004), los dos primeros volúmenes de la transcripción oficial en música y cifras de la obra integral de Paco de Lucía, por su propia empresa De Lucía Gestión S.L.
Conclusión: escritura musical de la guitarra flamenca y globalización.
En todas las colecciones y ediciones recientes que hemos consultado hemos podido comprobar que, como ocurrió con el jazz, se ha llegado a una normalización internacional de la escritura musical de guitarra flamenca, especialmente en las técnicas que definen su particularidad idiomática.
Por otra parte, si uno se asoma a las páginas web de flamenco en internet, podrá comprobar que existen numerosos materiales directamente asequibles, generalmente de elaboración propia, y que el intercambio de partituras es moneda corriente en los foros y chats de flamenco.
¿Qué consecuencia está teniendo y va a tener esta nueva divulgación didáctica y pedagógica de la guitarra flamenca ? El salto es tan grande con respecto a los aún presentes sistemas de transmisión directa y tradicional de alumno a profesor, que aparece como una ola gigantesca que lo está cubriendo todo para perfilar un nuevo paisaje educativo en torno al hecho flamenco. Pasado el periodo de diseño de los cursos y rodaje, la transmisión del conocimiento de la guitarra flamenca y del flamenco dejarán de ser algo exepcional. Esta normalidad del conocimiento sumada al sentimiento, qué duda cabe que orientará este género musical hacia una mayor intelectualidad.
Una de las consecuencias más llamativa es que existe un corpus copioso de transcripciones sobre guitarra flamenca, con el rigor necesario y exigido en las enseñanzas regladas, por lo que los conservatorios y escuelas de música ya disponen de amplios materiales y ya no tienen excusas para no incluir la guitarra flamenca en sus planes de estudio. Esta iniciativa la tuvo hace años Paco Peña en Holanda, y en España los Conservatorios Superiores de Córdoba, Murcia y Barcelona la están llevando a cabo, como experiencias piloto.
Concluiremos diciendo que la normalización internacional de la escritura musical de la guitarra flamenca puede ser un elemento más a considerar en el proceso de transculturación que afecta hoy al flamenco.
Norberto Torres Cortés